La realidad le sigue dando cachetazos en la cara al Gobierno del Frente de Todos, y mientras que las medidas tomadas apuntan a aumentar la recaudación y patear la pelota para adelante con el pago de las deudas contraídas, la inflación sigue siendo un flagelo que destroza los salarios de los argentinos laburantes, que contra viento y marea lucha para llegar a fin de mes con sueldos míseros.

El jueves el Indec difundirá el índice de precios al consumidor (IPC) del mes pasado, que según el Gobierno quedó por debajo del 6 por ciento (5,3 es la última proyección oficial) y, según los analistas, cerca del 6,2. De este modo, en los últimos 12 meses se habrá ubicado en torno del 94 por ciento y el equipo económico aspira a que en diciembre la cifra se repita y no se llegue a tocar los temidos tres dígitos en 2022.

Para 2023 los consultores que participan del relevamiento de expectativas del mercado (REM) que elabora el Banco Central también esperan un 100 por ciento, aunque algunas analistas como ECO GO se estiran al 135 por ciento.

C&T anticipó una suba de los precios el mes pasado del 6,2 y del 94,2 por ciento el último año. Camilo Tiscornia precisó que el resultado quedó “algo por debajo del 6,8 por ciento de octubre pero muy por encima del 2,6 de noviembre de 2021. De esta forma, la variación interanual trepó a 94,21 por ciento, la mayor desde octubre de 1991″.

El equipo económico confía en que el ajuste más el esquema de Precios Justos permitirá reducir el índice mensual hasta llegar, como señaló el ministro Sergio Massa, a un 3 por ciento mensual desde abril, aunque el REM estima el doble para entonces.

Por fuera de la Argentina, Venezuela registró un 21,9 por ciento el mes pasado y el 213 el último año, según el Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF), una medición independiente del gobierno de Nicolás Maduro. El banco central de ese país aún no publicó esta cifra, que suelen diferir de las estadísticas independientes; en octubre, el organismo oficial informó una suba del 6,2 por ciento mensual y del 155 interanual.

El resto de la región

Dos países de la región presentaron deflación en noviembre: Uruguay con un decrecimiento del 0,3 por ciento (8,4 de suba en un año) y Ecuador con una negativa de 0,01 por ciento y 3,6 en 12 meses.

En tanto, Brasil registró una suba del 0,4 por ciento el mes pasado y del 5,9 el último año, cada vez más lejos de su techo, aunque varios analistas temen que el gobierno de Lula Da Silva relaje la política fiscal y los precios vuelvan a escalar.

Por su parte, México terminó con una suba del 0,5 por ciento el mes pasado y el 7,8 en un año, mientras que Perú llegó también al 0,5 y al 8,4, respectivamente.

Paraguay, Chile y Colombia terminaron con un índice mensual del 0,7 por ciento el mes pasado y del 8,3 y el 12,5 el último año tanto el país gobernado por Gustavo Petro como el liderado por Gabriel Boric, respectivamente. Finalmente, Bolivia se mantiene con el dato anual más bajo: 3,1 por ciento el último año, mientras que registró el 0,4 el mes pasado.

De este modo, si bien la región sigue bajo el influjo de los efectos de la guerra en Ucrania por la invasión rusa, la mayoría de los países ha logrado mantener la inflación bajo control con suba de la tasa de interés y, en el caso de Brasil, baja temporal de impuestos. El BCRA subió la tasa de interés varias veces este año, pero no logró domar la fuerte inflación y por esta razón el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, afirmó que todavía se “coquetea con la hiperinflación”, un fenómeno que ya desapareció en el resto del mundo. Zimbabue, el país con mayor suba de precios del mundo, registra una inflación cercana al 270 por ciento, muy lejos de los cuatro dígitos de Venezuela de los últimos años.

Si seguimos así se cumplirán las predicciones que decían que íbamos camino a ser como Venezuela: Fernandez x 2 nos llevaron a esta situación.