DESAPARECER
Por Oscar Albelo
Argüello estaba colocando sus medias mientras trataba de calmar su ansiedad, al lado sus compañeros esbozaban alguna ocurrencia para calmar los nervios ante tal acontecimiento.
No era un partido más ni para ¡él!… ni para sus pares, sabía los escollos y dificultades que tuvo que pasar para llegar a esta instancia tan importante, la voz del director técnico cortó sus pensamientos, y se quedó escuchando mientras completaba de vestirse.
Hoy es un día especial para todos nosotros, tenemos la oportunidad de hacer realidad el objetivo que nos planteamos hace seis meses atrás, llegar a esta ¡gran final!, señalando, ahí, atrás de esta pared, está el rectángulo, en esa alfombra de césped deberemos demostrar hasta donde somos capaces, el por qué llegamos hasta aquí, escuchen… como nuestro simpatizantes corean nuestro equipo, flamean nuestras banderas con los colores que nos identifican, defendamos con actitud y coraje, vayan y demuestren quienes somos…de que no fue casualidad, -una acotación muy importante dirigiendo la mirada como flecha a Arguello-, Usted no se me duerma como en la semifinal que desapareció en el juego, si no fuera por sus compañeros hoy no estaríamos en esta tan buscada final.
Argüello rojo… mezcla de dolor y vergüenza, bajo la cabeza y mordió sus labios para no contestar, pensando en esas palabras tan hirientes e inoportunas, para esbozarlas en ese momento tan especial, ¡más delante de todos sus compañeros!
Salieron al campo de juego inflados de optimismo con la ilusión intacta, llegaron al medio de la cancha, saludaron esperanzados ante el grito ensordecedor de la multitud, lo mismo hicieron con sus contrincantes.
Las dos tribunas bramaban, mientras los capitanes estaban en el sorteo de campo y salida de comienzo del juego, el árbitro del encuentro observó a sus dos compañeros jueces de línea, dió una recorrida por todo el sector de la cancha para que nadie perturbase el espectáculo, llevó el silbato a sus labios, de pronto se sintió un grito desgarrador tan potente que acalló los gritos de las tribunas.
Era Argüello mirando para el banco de suplente, diciendo ¡esto es desaparecer!…introdujo su cabeza dentro de su camiseta, la que juntos con pantalón medias y botines quedaron en el piso, pero el cuerpo de Argüello había desaparecido como por arte de magia, ante el desconcierto general de las miradas incrédulas ante tan misteriosa escena.
Después de diez minutos de desconcierto general, ante los comentarios de los testigos, ante tal misterio espeluznante, se sintió la voz del estadio.
En nombre de los dirigentes de este evento, se suspende hasta nuevo aviso la tan esperada final, lamentamos este episodio tan inesperado, hemos llegado una conclusión, que el partido no puede concretarse …suspendido,¡ ¿causal? Desaparición de persona!