Por Andrea Cerdeyra

El 12 de octubre se estableció como la fecha para reafirmar el respeto a las distintas etnias y culturas. Promover el diálogo y la reflexión histórica  acerca de los derechos de los pueblos originarios.

En nuestro país, antes del decreto presidencial nº 1584 del año 2010, recordábamos esta fecha como el “Día de la raza” para conmemorar la llegada de Cristóbal Colón a América y la unión del Viejo Mundo con el Nuevo Mundo.

El cambio obedeció a la necesidad de otorgar un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos.

La identidad del pueblo americano ya existía antes de la llegada del conquistador. No nos descubrieron, sí, nos encontraron; ya estábamos aquí, con nuestras lenguas originarias, costumbres, dioses y habitando una tierra que nos era propia…

Y, en nombre de la civilización nos despojaron de lo propio y nos impusieron lo ajeno. No es que no pudiéramos convivir, de hecho lo hacemos; pero ello implicó una lucha desigual porque el hombre europeo necesitó del esclavo indio, luego del negro, para imponer su supremacía blanca; por sí solos nunca hubieran podido.

Nos dejaron la lengua, un legado cultural impresionante, pero también colonizador. Nos dejaron la religión… y mucho más. Pero hoy, toda esa mezcla de culturas, es nuestra identidad. Y para protegerla, reivindicarla y llevarla al frente como legado para las futuras generaciones, tenemos un valor muy importante, la educación.

Para terminar, les dejo este poema muy conocido, pero vigente y necesario:

Te deseo tiempo

Poema de Indios Americanos

“No te deseo un regalo cualquiera,

te deseo aquello que la mayoría no tiene,

te deseo tiempo, para reír y divertirte,

si lo usas adecuadamente podrás obtener de él lo que quieras.

Te deseo tiempo para tu quehacer y tu pensar

no sólo para ti mismo sino también para dedicárselo a los demás.

Te deseo tiempo no para apurarte y andar con prisas

sino para que siempre estés contento.

Te deseo tiempo, no sólo para que transcurra,

sino para que te quede:

tiempo para asombrarte y tiempo para tener confianza

y no sólo para que lo veas en el reloj.

Te deseo tiempo para que toques las estrellas

y tiempo para crecer, para madurar. Para ser tú.

Te deseo tiempo, para tener esperanza otra vez y para amar,

no tiene sentido añorar.

Te deseo tiempo para que te encuentres contigo mismo,

para vivir cada día, cada hora, cada minuto como un regalo.

También te deseo tiempo para perdonar y aceptar.

Te deseo de corazón que tengas tiempo,

tiempo para la vida y para tu vida.