La Fe y los miedos…(una reflexión nada mas)
Por Luis Marino Ejarque
Hay certezas, a veces, que solo lo son por una cuestión de Fé. La Fé no suele requerir explicaciones técnicas, ni biológicas, ni siquiera racionales. Pero la certeza de la Fé es absoluta. A veces amparada en un dogma, a veces en esa cuestión tan difícil de explicar como lo es el alma. A veces en la obnubilación del pensamiento lógico. La Fé suele ser una necesidad del individuo, una especie de requisito a mano de cualquiera que necesite convicción para realizar algo y que no requiere de un tercero. La Fé en uno mismo… ese darse fuerzas para lograr algo.
La Fé, en este sentido, se emparenta con el amor… sobre todo con el amor propio, el amor a uno mismo. Mas precisamente con el Ego. De ahí que la Fé es innata, es de cada uno. No es un fenómeno de masas ni social… Cuando la Fé se convierte en un acto masivo se llama Adoración… deja de ser amor propio para ser amor por algo, por una divinidad, o por algo necesario para que esos todos tengan Fé. Pero ésta sigue siendo de cada uno…
Confrontando con la Fé, y por lo tanto con el amor… se planta el miedo. La contracara del amor no es el odio…es el miedo. El miedo es paralizante, pone en marcha todos los mecanismos de defensa del individuo.. lo inhibe…
El miedo no es odio, es peor… El Odio suele ser bálsamo, malo pero bálsamo al fin. El miedo aturde, destroza la racionalidad y puede llevar, cuando no lo detiene la Fé, a buscar el pensamiento mágico para terminar con él. En este fenómeno se basa el esoterismo, la magia negra…. El misticismo no puede explicarse a si mismo pero intenta explicar la resolución de los miedos. Absolutamente irracional pero parte del juego histórico de resoluciones de los miedos. Lo más patético es observar que gentes de gran preparación, de gran nivel de instrucción y cultural, han caído en estas costumbres para resolver sus dilemas de vida.
En este marco, el peor miedo, el peor de todos, es el miedo al amor. Es la contraposición justa del bien … el mal. Es la brecha infinita que separa el deseo de lo bueno por el miedo a lograrlo.
Es lo que transforma en un camino imposible el logro que tenemos al alcance de la mano. La felicidad aquí, que nos parece tan distante. Esa distancia es el miedo…
Cuando aparece el dilema, y el miedo es el dueño de la situación, lo único que lo puede confrontar con probabilidad de éxito es La Fé, esa condición del Amor que puede mover montañas. La Fé entonces significa jugarse, animarse, probar, arriesgar, dar de sí mismo…todos son actos de amor… es el único recurso ante cualquier miedo, ante cualquier temor. Tal vez el secreto para perder el miedo es jugarse… y jugarse puede tener éxito o fracaso… pero nunca pérdida… siempre que se haya tenido Fe… que se haya jugado por amor.