Por Oscar Albelo

En el año 1.962, debutaba en Sportivo Doyle equipo que pertenecía a la liga poderosa de San Pedro.

Ya había terminado el campeonato de ese año, el cual había empezado por abril y terminado en septiembre.

Ya conversado de antemano con el presidente Pérez, me contrataba para el año siguiente para seguir en el club.

A mitad de noviembre me llaman para jugar un amistoso con un club de Pérez Millán, para ir probando jugadores nuevos que llegaban y formando el equipo para el siguiente año, entre ellos un amigo de la infancia Carlos Ortiz al cual yo lo presentaba en ese partido.

El encuentro era a las 15 y 30 de ese domingo.

Salimos de Sarmiento hasta la ciudad de Arrecifes y ahí tomar el colectivo que nos llevaría a Pueblo Doyle, con tanta mala suerte que llegamos tarde y el colectivo ya había salido, pues comenzamos hacer dedo en la ruta 191 y con otro amigo que nos acompañaba, Vicente Zustovich, nos levantó un auto que nos dejó en una escuelita rural a orilla de la ruta.  Luego otro auto nos bajó en la entrada de Burgos, ya estábamos cerca,  a 7 km de nuestro destino, y ahí apareció una camioneta Peugeot con caja abierta y  nos subió a los tres. En la última curva casi llegando a Doyle en una maniobra brusca, derrapó la camioneta, y volcó desparramándonos por el pavimento.

Con heridas y raspaduras por todo el cuerpo, terminamos internados los tres en el hospital San Carlos, y salvando nuestras vidas, haciéndose más fuerte la amistad entre nosotros.