TARDECITAS DE DOMINGO
Por Mariel Carbonell
Siempre creí que una de las batallas mas duras, es enfrentarnos con nosotros mismos, solos, una tardecita de domingo.
Asi, despojados de la ilusión que no fue, de las risas que se apagaron, del árbitro que dio final de juego.
El ocaso buscando un lugar en el cielo, las palomas a sus nidos, nada muy diferente a cualquier día de la semana, la diferencia la hace el domingo…cuando al viernes le pusimos expectativas, hicimos planes, que cumplidos o no, llegan al the end como cualquier película que nos gustó y solo quedan los comentarios.
Nuestro cerebro va tomando forma de lunes, pensándolo para que sea leve, y nos permita vivir el hoy, sin instalarnos en ese pasado.
Respiramos, ponemos alarmas, y..de frente miramos la vida, porque de reojo fue por 48 horas, ahora toca de frente.
Y está bien asi, que las ilusiones se renueven y sean a estrenar el próximo fin de semana.
No es tan grave, deberíamos descubrir el encanto de los lunes.
Lo debe tener, seguro que sí.