No es ninguna novedad que las calles de nuestra ciudad están en un estado deplorable, pero no sólo por los pozos sino por la suciedad que vemos en ellas día tras día. Desde el municipio las cosas están cada vez peor, no hay fondos y los papeles al intendente se le queman. Es que nunca pudo realizar ninguna tarea sin dinero extra, por eso ahora que le toca vivir con lo justo no sabe que hacer. No se le cae una idea, sólo se le ocurre recaudar mas en base a las multas y los apremios. Aunque no lo crea la municipalidad como nunca ha iniciado cientos de juicios de apremio, son aquellas deudas que los contribuyentes no pagaron a su debido tiempo. Ahora los juicios están dirigidos a los grandes contribuyentes, en especial a los que deben las tasas de los caminos rurales, pero en carpeta están también los juicios contra aquellos que están en la vereda de enfrente políticamente hablando. Toda esta parafernalia no es más que un poco de humo para tapar la ineficiencia de los funcionarios municipales para paliar el mal desempeño que tienen. Al principio –despues de las elecciones- Ostoich pidió la renuncia a su gabinete por la derrota sufrida en las urnas, solo renunció el Dr. Mas, quien ya antes de las elecciones había anunciado su retiro, los demás siguieron en sus cargos, no se sabe si es porque son buenos o porque el intendente no tiene gente de recambio. Creemos que es esto último. Volviendo al tema de la basura, hace rato que venimos insistiendo que esta muy mal manejado. El centro de reciclado no funciona como es debido, la empresa que lo concesionó no cumple, si pasamos por el lugar veremos que se está transformando en un basural a cielo abierto. Pero las cosas están muy mal manejadas desde el municipio, que en lugar de educar para que la población comience en sus hogares con el reciclado, lanzó una breve campaña para alentar a que la población saque los secos el día martes. Pero en ningún momento enseñó a los ciudadanos a individualizar a los elementos “secos”, cuales son, como deben tratarse en fin, lo elemental. A los propios empleados recolectores tampoco les dieron un curso de enseñanza para que fomenten el reciclado de los desperdicios domiciliarios. No se tejió ninguna red que recompensara –económicamente- a aquellos empleados que fomentaran la separación de la basura. Por lo menos que juntaran la que se deposita a la vera del camino a la planta de Residuos Urbanos, porque todo el mundo ve como a los costados hay todo tipo de basura que se le va cayendo a los particulares que llevan residuos al nuevo depósito, o a los mismos recolectores municipales que sin querer dejan caer algunas bolsas domiciliarias, ramas, botellas, plásticos etc. Verlos transitar con un tractor viejo y un acoplado es una postal típica, van a paso de hombre y bien podrían recoger esa basura que está tirada en la banquina del asfalto. Esto debe ser una bajada de línea desde el Inspector de Calles, pero como sabemos Ostoich no consigue llenar ese vacío que dejó Bianchi. En fin esto es un combo sumamente peligroso para Capitán Sarmiento, porque con mucho sacrificio se logró levantar una planta de RSU y en poco tiempo la estamos tirando valga la paradoja a la “basura”.

Hablando de Ferioli, el H.C.D. ¿le renovará el contrato? Teníamos entendido que se vencía a fin de año.