COMPRADORES DE ILUSIONES
Así parece, no hay duda de que los argentinos somos personas que compramos ilusiones, en todos los órdenes de la vida, pero el más importante es cuando se trata de definir el futuro de nuestro país. Hace más 40 años desde el advenimiento de la democracia que venimos comprando todas las ilusiones que nos ofrecen quienes pretenden el poder. Sus promesas preelectorales nos cautivan y caemos en la trampa, pero luego cuando gobiernan hacen todo lo contrario, o en otros casos se aprovechan para quedarse con el dinero estatal perjudicando horrorosamente al pueblo que los votó. Porque si algo hay que entender es que nada es gratis en la vida, alguien lo termina pagando. En este caso particular la clase media siempre hace su aporte de capital, y los pobres ponen su cuerpo. Este desarrollo, como dijimos, viene repitiéndose hace más de 40 años, y no podemos cortar con la cadena. Este gobierno que recién se inicia parece no escapar de este ciclo perverso. Comenzó por allá en las primarias con un argumento que cautivó mucha gente: la motosierra, el cambio de paradigmas, el fin de la casta política, el combate a la corrupción, la limpieza de los innumerables puesto políticos sin razón y un montón de cosas más, que no vienen al caso mencionar, pero cautivó los ojitos del electorado que sueñan con algún gobierno diferente, que haga medidas innovadoras, no las de siempre que “siempre” nos llevan al mismo final. Pero no, una vez en el poder el presidente se olvidó de lo prometido y empezó a pactar con aquellos que el pueblo había denostado por un lado y por otro con aquellos que dejaron al país al borde del precipicio. Ahora muchos de los que lo votaron se están desencantando, porque la paciencia tiene un límite, y ese límite cada vez está más cerca. Tal vez el círculo del poder nos diga; que hace tan solo tres meses que están gobernando, pero es que el sacrificio que se le pidió al pueblo es muy grande, y en algunos casos difícil de soportar. Levantarse el 20 de febrero y enterarse que hemos superado el 50% de pobres en la Argentina, suena como un insulto a la inteligencia del ciudadano. ¿Cómo hacemos para revertir este escollo? Es una noticia que tiene que tener una respuesta inmediata del gobierno nacional. En cambio el presidente se encarga de pelearse con una cantante que parece dijo algo que lo ofendió, demasiado frívolo, demasiado intranscendente, hay asuntos muy importantes que están esperando ser solucionados. Esta es la parte donde el “vendedor” de ilusiones nos hizo pisar el palito, y ahora es tarde, hay cuatro años por delante, y no sabemos qué puede pasar. Solo nos queda apelar a la cordura de nuestro presidente y que dedique a gobernar para el bien de todos, y por sobre todo que cumpla con sus promesas y no nos convierta en compradores de ilusiones.