No hemos conseguido encontrar en los registros informáticos la fecha exacta cuando varios inmuebles se transformaron en edificios históricos de Capitán Sarmiento, afectándolos se forma tal que no se puede alterar la fachada, ni se puede cambiar nada de la estructura edilicia que lo componen. Como idea en su tiempo fue novedosa y tal vez su objetivo fue loable, quizás se pensó que de esta forma se podía atraer al turismo, mostrándole algo de la ciudad, que sería bueno recordar los orígenes ancestrales del pueblo a través de sus edificios, en fin, en su momento pareció atinado. Pero con el paso del tiempo todo eso se perdió, un poco por los problemas económicos que nos sumergimos los argentinos, y otro poco por la desidia de nuestros gobernantes. La cuestión es que muchos de estos edificios sin mantenimiento, se fueron deteriorando tanto que hoy representa un peligro para los mismos habitantes del pueblo. Para destacar tenemos el inmueble sito en Rivadavia e Italia, que fuera municipalidad, comisaria y otras cosas más, su estado actual es un abandono total, con peligro de derrumbe, con alimañas, y montón de basura. ¿Es esto lo que quería lograrse con esa declaración de monumento histórico?. Por supuesto que no. Entonces en bien de la comunidad, quizás sería mejor quitarle esa mención y permitir que el dueño haga lo que quiera con el mismo, y si quiere venderlo que lo venda, pues tiene una ubicación privilegiada, ya que está en pleno centro, porque conservarlo de esta manera es inmoral para la comunidad. Nuestra identidad cultural e histórica deberíamos buscarla en otros elementos que no sean solo edilicios, porque para tenerlos así, abandonados, mejor dejemos que la propiedad  brinde su beneficio que es albergar personas, permitiendo que se haga con ella lo que la misma ley constitucional protege. Pero no es la única propiedad que pudimos ver en nuestra recorrida. Para botón de muestra traemos a colación dos más que también están ubicadas en pleno centro, pero no son monumento histórico, son propiedades privadas pero se encuentran en un abandono que para nuestro entender es necesaria la intervención municipal para que estos inmuebles se arreglen, se limpien sus veredas, se fumigue, porque son verdaderamente un peligro social. A media cuadra del municipio y por la misma vereda, están los galpones de la cooperativa, cuya pared que da a la calle se está cayendo de a poco con el paso del tiempo, y francamente puede ocasionar algún accidente al distraído transeúnte que pase por esa vereda. El otro es el inmueble que fuera en su tiempo la panadería Bosch, allí enfrente al Banco Provincia se alza todo cerrado y las veredas están abandonadas, juntando basura, y adentro del edificio no se sabe pero denota que puede albergar toda clase de roedores. No hay nada personal con sus dueños –que ignoramos- pero es necesario que la parte municipal que corresponda, tome cartas en el asunto. Es bueno para la comunidad que estos lugares se arreglen, se limpien, eso también hace al buen manejo administrativo de la comuna. Así como los vecinos reclaman ante la municipalidad por lo terrenos baldíos abandonados, también el intendente debería tomar cartas en esto que venimos comentando, mas ahora que estamos tomando el rumbo correcto respecto de tener una ciudad más limpia y segura. La adquisición y puesta en funcionamiento de nuevos camiones recolectores de residuos, y el tratamiento exitoso de la basura domiciliaria en  el RSU con gente nueva que está poniendo todo su empeño para hacer lo que no se estaba haciendo durante 12 años de la época de Ostoich, pone un brillo importante a la actual gestión. Por eso arreglar esto que mencionamos en la nota contribuiría a resaltar aun mas el rumbo tomado.  Por último esta nota no es para ofender a los dueños de los inmuebles mencionados, solamente es para poner en relieve un problema que tal vez se pueda solucionar rápidamente para el bien de toda la comunidad. A veces la cuarentena hace milagros.