EL HURACÁN IRMA

EL HURACÁN IRMA

La noticia está en todos los medios de comunicación del mundo: el huracán Irma esta haciendo estragos en el Caribe y la costa de Estados Unidos. No faltaron los memes locales haciendo alusión al tema colocando a la primera dama municipal en el centro de la tormenta. Pero lo que se tomó como broma se convirtió en una alarma local cuando el domingo por la noche se desató una inusual tormenta con vientos huracanados en nuestra ciudad, que provocó cortes de energía, inundaciones y caída de árboles, entre otras calamidades. No es bueno jugar con fuego, porque reírnos de lo que le pasa a otros puede convertirse en un boomerang. De todos modos para seguir con el “tema” esta semana volvemos a ocuparnos de la Plaza San Martín, que después de la tormenta quedó hecha un desastre, ramas caídas, barro por todas las veredas, y la frutilla de postre: talaron árboles a diestra y siniestra, esto ocurrió antes de la tormenta, así que no le podemos echar la culpa al fenómeno meteorológico.

Resulta que el contribuyente de Capitán Sarmiento, si tiene que podar o sacar un árbol del frente de su casa, debe pedir autorización al municipio, porque la poda debe ser realizada de tal o cual forma. Si quiere sacar un árbol la cosa es mas complicada: hay que dar explicaciones fundadas del porque, y además de pagar a un particular, hay que comprar un o dos sustitutos al municipio, y colocarlos en lugar del extraído. En fin unos cuantos vericuetos administrativos que afectan el bolsillo del particular.

Ahora si del municipio se trata, la cosa es distinta. Tomemos el caso de la Plaza San Martín, allí empleados municipales con órdenes del Intendente, talaron entre cinco y seis árboles que vivían placidamente en la vereda de la calle Alsina. Para colmo del mal gusto los cortaron como a 20 y 30 cm del suelo, y en forma despareja, sin extraerlos totalmente –hasta ahora- como para hacerlo mas decoroso.

Los primeros en quejarse fueron los pájaros, pero los vecinos de la Plaza no salían de su asombro, con esto colmaron el vaso –decían- no solo rompieron la vereda para poner algo peor sino que están sacando los árboles, que eran de los últimos plantados, dejando el lugar con una sensación de abandono terrible.

Reclamar al intendente no tiene sentido, porque la orden vino de allí, pero las entidades de bien publico que defienden el medio ambiente, debieron reclamar judicialmente para que la orden municipal no se cumpla, detener esa barbarie que afecta el futuro ecológico de nuestra ciudad.

No nos extraña que se actúe de esa manera desde el municipio, mas precisamente del intendente, porque siempre tuvo acostumbrados a hacer sin pedir permiso a nadie, fueron años de arbitrariedad y autoritarismo, y no va a cambiar de buenas a primera.

Lo extraño es la poca sensibilidad de los ediles locales, la poca intervención que se dan en el gobierno, siendo parte de él, el poco control que ejercen sobre el ejecutivo, teniendo en cuenta que el oficialismo es minoría en el Honorable  Concejo Deliberante. Si unidos le pueden marcar la cancha al Intendente, ¿Por qué no lo hacen?

Demasiada efervescencia electoral le hace mal a todos, pero principalmente a los políticos que por cosechar un votito, se olvidan de sus obligaciones. Acá el intendente hace lo que quiere y los ediles se quedan con la boca abierta, sin oponerse a ninguna de las locuras a las que nos tiene acostumbrados el ejecutivo. Así nos encajó el monumento a la bandera, no pavimentó la ruta a Carmen, reventó la plaza San Martín, las calles de la ciudad, el parque industrial, la planta de reciclado, entre otras cosas. Buscarle que pague por sus actos irresponsables parece que no es tarea de los Concejales, y no es así, ellos tienen también responsabilidades que cumplir, porque la Ley Orgánica de la Municipalidades así lo dice. Tengan cuidado porque los electores son muy rigurosos a la hora de depositar su voto. Al Intendente Ostoich ya lo conocen, gobernó mas de 12 años, y ya le están retirando su apoyo, pero los socialistas, los cambiemos y los progresistas de Massa, deben hacer bien los deberes estos últimos meses antes de las elecciones, porque sino la leyenda del huracán Irma en Capitán Sarmiento se hará realidad.