Exitismo

Exitismo

El argentino es exitista de por sí. Pero en algunas ocasiones es irritable, absurdo. Y está pasando en estos días con la actuación de la selección argentina en el mundial de fútbol de Qatar. Antes del inicio los medios se encargaron de ensalzar a Lionel Messi, haciéndolo un héroe que viene a salvar el honor del futbol argentino. Detrás de él, por supuesto existe una maquinaria económica que se mueve a mil por hora, y todo es cuestión de vida o muerte para los futbolistas que visten la celeste y blanca. Claro hoy cuando escribimos este editorial ya sabemos que los árabes nos derrotaron en la cancha dejándonos colgados de un pincel, y allí quedó nuestro héroe Messi hecho pedazos porque al fin y al cabo es una persona de carne y hueso como todos nosotros. He aquí ese histérico exitismo argentino que descargado en una persona hace creer que vendrá alguien que evitará la caída de nuestros deseos. Si no, vean en política: una parte del pueblo deposita su fe en que una persona vendrá hacerse cargo del gobierno, y logrará cambiar el rumbo del país. Esa persona es Cristina Fernández de Kirchner, pero ustedes creen por si acaso esto será verdad, no, pasará lo que Messi. Por empezar no puede cambiar el rumbo que ella misma encausó al país, porque es parte del gobierno que actualmente está llevando a la ruina a los argentinos. Todo esta sin control, el presidente está en modo piloto automático y sin mira de mejorar, por lo menos un poquito. Es raro que la vice presidenta hable como si fuera la oposición y todo el mundo sabe que fue ella misma que lo designó para ese cargo, por lo tanto, tiene mucho que ver con la realidad que nos golpea día a día. Seguimos sin un rumbo en esta política cambiante donde quien gobierna resiste para llegar al final del mandato, con una oposición que no ayuda, y para colmo tiene el fuego “amigo” proveniente de su mismo partido que lo critica mas que la oposición. Se esperaba que el inicio del mundial mejorara el humor ciudadano pero ante el primer fracaso ya se empieza a ver que no se puede tapar la debacle social que se viene a fin de año, ¿o no se dieron cuenta del aumento del costo de la vida? Cada vez mas alto y ya no se puede ocultar el fracaso de todas las medidas iniciadas sin resultado positivo. En realidad no es mas que repetir viejas recetas que ya fracasaron en otros tiempos, y como dijo mi maestro: “¿para que repetir lo mismo si ya sabemos el resultado?”. En los casos de Messi y CFK ya sabemos que no se fijan en estas menudencias porque el primero tiene contratos millonarios en dólares y juega en el exterior -como la mayoría de los integrantes de la selección-, y la segunda tiene su futuro económico seguro, dos pensiones millonarias y propiedades por todas partes.

Los relatos deportivos (especialmente los televisivos cuando juega la selección de fútbol) son extremadamente “nacionalistas sin sentido”. Presten atención. Escuchen las frases que se dicen y en el contexto que estamos viviendo: es una locura más, una cosa es la emoción o tratar de hacer vibrar al que está del otro lado de la TV, y otra cosa el “patriotismo barato” como si un éxito deportivo pudiera cambiar algo de nuestra realidad. Por último, diremos que en este editorial se mezclaron varias cosas, pero como dijo el periodista Pancho Ibañez: “todo tiene que ver con todo”: la locura de las redes, el enojo excesivo, las fallas en la política deportiva, la exageración inútil, la mentira, la corrupción, el fracaso económico en el país. Todo está dentro de una misma bolsa grande donde, todos, tenemos una porción de responsabilidad. Por eso terminemos con la historia de que una persona puede cambiar nuestro destino: no pudo Perón, Alfonsín, Kirchner, CFK, Maradona, Messi, y los que vendrán pensemos que de este embrollo salimos todos y colectivamente. ¡Vamos Argentina!