Gobernar es difícil, no basta con que el Pueblo te vote. No, después hay que demostrar que hay capacidad para hacerlo, y es aquí donde fracasaron la gran mayoría de nuestros políticos. Tomar decisiones parece fácil, pero no lo es, administrar los dineros públicos también parece fácil, pero cuando hay organismos que controlan la gestión la situación se torna agobiante. Como dijimos pasa a nivel Nacional, Provincial y Municipal. Nos referiremos a lo que pasa en nuestro municipio, que como ejemplo es patético. Durante muchísimos años somos gobernados por la misma persona, durante años con mayoría en el Concejo Deliberante, lo que posibilitó que la gestión fuera cuestionada sólo por los ediles de la minoría –socialistas- y que nunca pudieran siquiera ver los papeles de la municipalidad porque el Lord mayor no quería que los vieran. Todos aquellos que tenían un dedo de frente sabían el porqué de la negativa: “algo raro se escondía”. Así tuvimos que soportar que las obras que el municipio emprendía no llegaran a buen fin, los ejemplos sobran. Y si no se acuerda, porque desde este semanario siempre se los recordamos, no tiene más que recorrer las calles, las rutas, los caminos rurales, edificios, casas sin terminar, maquinarias inexistentes, o deterioradas al extremo. Todo ello sucedía mientras en el país teníamos viento de cola, apoyo nacional y provincial, pero aun así las obras no se terminaban. ¿Cuál era la razón? Unos dirán que Ostoich era un gran gestionador pero un peor ejecutor, ¡vaya a saber!. Para nosotros es una persona incapaz de gobernar, no por falta de empuje sino por capacidad. Mientras su gobierno era mayoría nada podía oponerse, los tímidos socialistas declamaban transparencia en los actos de gobierno, los seguidores de Ostoich se encargaban de callarlos, y así se pasaron los años. Mientras la oposición real se diseminaba en varios grupos, Ostoich con sus siempre 3000 votos le ganaba en las urnas, esta estrategia política le rindió frutos, y así logró quedarse en el sillón que él mismo compró por todos estos años. Pero claro ahora llegan los años de las vacas flacas, se perdió a nivel Nacional y Provincial, y el proyecto K de despedazó en mil fragmentos, y la oposición ganó la Presidencia y la Gobernación. A partir de allí la intendencia de Capitán Sarmiento, siguiendo a Ostoich se queda sin fondos de estos dos lugares, y es aquí donde empiezan los verdaderos problemas para el mal gestionador, sin plata no hay ideas, y para colmo los funcionarios capaces empiezan a emigrar para otros lugares mejores, y solo quedan los mediocres y aduladores. Con ese  material humano el destino es turbio, turbio como el agua del Arroyo Cahuane, que no da más con la contaminación que vuelca la Planta Cloacal e Industria de la zona. Para colmo los dioses del Olimpo no lo ayudan a Ostoich y parece que el  juez federal Claudio Bonadío está llevando adelante una investigación para determinar el destino de millones de pesos del programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) buscando deslindar las responsabilidades de los municipios que fueron receptores de fondos del programa implementado por el Ministerio de Medio Ambiente, entre los que figuran 68 pertenecientes a la provincia de Buenos Aires. Adivinen que municipio está dentro de ellos. Síiiii, señor! Capitán Sarmiento. La gestión Ostoich.  El informe que posee el juez, suministrado por el Ministerio de Medio Ambiente y realizado por SIGEN/UAI, señala: “Se constató que el municipio ha cumplido razonablemente con las actividades comprometidas en el Acta complementaria N°1, y la planta de tratamiento, separación y disposición de RSU se encontraba operativa y en buen estado de conservación. Sin embargo, se debe dejar constancia del faltante de algunos equipos e implementos incluidos en la propuesta original, además del equipo extractor de material ferroso”. El informe, que data del año 2017, también señala que “está pendiente la rendición del segundo desembolso”. No era de extrañar que tarde o temprano este escándalo estallaría, pero lo notable es que en esta última parte el intendente no tiene mayoría en el Honorable Concejo Deliberante, y los ediles de la oposición ahora superan a los del oficialismo, pregunta: ¿a ninguno se le ocurrió investigar que pasa en la planta de RSU? Nooo,  por supuesto. Parece que jamás pusieron un pie en la zona, si van para allí verán que la famosa planta se está transformando de a poco en un basural a cielo abierto, igualito al que cerramos hace poco en la calle Palacios. A manera de refuerzo, recordamos que los concejales prestaron el aval para que el intendente renovara el permiso a la firma Ferioli S.A. para que  siga en la planta de reciclado, cuando ni siquiera investigaron si cumplió con todos los requisitos del pliego adjudicatario. O a los concejales de Cambiemos los agarró dormidos o son tan incapaces para gobernar como el mismísimo Ostoich. Justo cuando su función es controlar no controlan, cuando es velar por la comunidad no trabajan, ¿será que el Pueblo de Capitán Sarmiento vuelve a equivocarse a la hora de las urnas? Será que las legislativas de 2017, que dieron ganador a Cambiemos nos dejó un Concejo Deliberante con miembros incapaces de hacer su función por ignorantes, políticamente hablando. En el buen sentido de la palabra: no son políticos, son ciudadanos con buenas intenciones, pero con eso no alcanza, hay que comprometerse más con el Pueblo. Eso es lo que esperamos, y si el intendente Ostoich no está a la altura de las circunstancias que le toca vivir, es bueno que dé un paso al costado y se retire, por las buenas, -renunciando-  o si no destituyéndolo por mal desempeño, algo que ya ocurrió en el pasado.