MANOS Y CONTRAMANOS POLÍTICAS
En esta semana pasada se instaló una polémica en las redes cuando se reveló que la calle Juan Manuel de Rosas podría cambiar de mano. Para ser más precisos desde la Avenida Alem hacia la Bartolomé Mitre y desde la Roque Sáenz Peña hacia el Boulevard, con estas medidas se pensaba que cesarían los accidentes ocurridos en la pileta del club Sarmiento. Este proyecto se agregó a otro proyecto de ordenación de tránsito presentado por los concejales del Frente de Todos. Pero en la reunión del HCD la mayoría oficialista rechazó en principio el proyecto general de la oposición, y después se avocaron a tratar el problema en sí, llegando a una posible solución cambiando de mano la calle Juan B. Justo hacia Alem, poniendo pilotes de contención frente a la pileta del club Sarmiento, y la colocación de otro reducidor de velocidad, que se suma al ya existente. En conclusión, todos estuvieron de acuerdo que hace falta conciencia de parte de los conductores por la obediencia de las normas de tránsito. Aquí en la ciudad, no se respeta el límite de velocidad, la prohibición de girar a la izquierda, la prioridad del peatón etc. en definitiva: conocimiento de las normas de tránsito. Esto no es una novedad, hace años que se viene diciendo que la gente de Capitán Sarmiento, es proclive a desobedecer las mínimas normas de tránsito, pero esto es un problema cuya solución necesita tiempo y esfuerzo. Tiempo para torcer algunos usos y costumbres locales, y esfuerzo por parte del conductor que debe estudiar las reglas para transitar por la ciudad, y también del municipio que tiene que trazar una política para educar a la población, para ordenar el tránsito. Todo esto debe ser acompañado con severas multas a los infractores porque sino nada tiene sentido. Esta campaña llevará años, tal como se viene haciendo con la obligatoriedad de uso del casco en los motociclistas. Pero volvamos al remanido tema que nos ocupa: el cambio de sentido de la calle Rosas.
En este caso vemos con preocupación que el pase a comisión del proyecto elaborado por los tres concejales del Frente de Todos, es una muestra de cómo la política se mete en todos los temas, desde los pequeños a los mas importantes. En principio que la minoría imponga un proyecto es tarea titánica, porque tiene 9 concejales oficialistas que se oponen, por lo tanto, hay que debatirlo, y si se puede convencerlos para que lo voten, luego aprobarlo y por último que el ejecutivo lo promulgue. Como vemos el camino es largo y sinuoso, y nos pareció que el proyecto que se puso en conocimiento del pueblo la semana pasada trajo diferentes opiniones, pero no era malo, con haberlo pulido un poco en el HCD podía haber dado a luz. Otra vez las mezquindades políticas hacen mella un proyecto que podría ser de suma utilidad a la comunidad. Preguntamos ¿Si el proyecto hubiera surgido de los concejales de Juntos por el Cambio, se hubiera aprobado rápidamente?