NUESTROS CUADERNOS
Estos últimos días asistimos a una desenfrenada carrera periodística para dar a conocer a los implicados en la ruta del dinero K descubierta a través de los famosos cuadernos Gloria del ex chofer de Baratta. Esta realidad que era conocida por todos sale a la vista ahora por el peso de la investigación de un periodista, y no de la justicia que tardó mucho tiempo en abocarse a la tarea de investigar donde fueron los dineros de las coimas y quienes fueron los delincuentes. Mucho le debemos a la globalización porque de no ser así, seguiríamos dentro de una burbuja, sin enterarnos de nada. Pero si no es por internet supimos del Lava jato de Brasil, de la condena al ex presidente Lula. También Del mano pulite de Italia, de numerosos casos mundiales donde se castiga al político corrupto y ladrón. Se tardó mucho tal vez para los tiempos en que vivimos, donde todo es ¡ya!, pero al final los argentinos tenemos nuestro propio caso de corrupción investigada.
Es un hecho empírico, que vivimos en una época que a nivel nacional y mundial existe una crisis moral como ética en donde el resultado es la incertidumbre, el Ser Humano ya no sabe cómo comportarse en sociedad, no sabe lo que es bueno o es malo. Si nuestros gobernantes no dan el ejemplo seguiremos inmersos en ese dilema existencial. Si los empresarios dan una coima al funcionario para adjudicarse una obra pública, ¿por qué un comerciante no puede coimear a un empleado municipal? ¿Por qué no coimear al policía que nos hace la multa? Mi amigo eso está mal, oyó: ¡está mal! Claro pero usted como yo, ya no sabemos que es bueno y que es malo, y así nunca seremos un país como Dinamarca, Noruega, o Suecia, allí ni presos hay, las cárceles deben cerrar. Bueno también la culpa es nuestra porque con el voto le aseguramos a una manga de corruptos para que continuaran en el poder durante años. Ahora vemos las consecuencias, ahora agua y ajo, diría un amigo mío. Quienes todavía tienen la suerte de viajar al exterior, vienen con cuentos imposibles de creer, en cuanto a la bonanza por la cual pasan otros países. Pero claro esos países llevan años en democracia y con bajo índice de corrupción, por lo tanto la sociedad se comporta como tal. Allí sí que se respetan los derechos humanos, se hace honor a los ancianos, a las leyes se las respeta, los funcionarios son incorruptibles, el medio ambiente se cuida, los niños se educan, y existe orden para todo, en el tránsito, en la oficina pública, en la calle, en el colegio, hospital etc. Algo que aquí en Argentina todo está muy lejos de verse, porque como dijimos cuando empezamos esta editorial estamos pasando por una crisis moral, y la culpa no es de los cuadernos, más vale fue el detonante. Se hace urgentemente necesario plantear nuevos vectores morales y éticos para orientar a la sociedad en su conjunto y lograr la tranquilidad, la fe y confianza en nuestro país.
Párrafo aparte merece nuestra ciudad, también tendríamos que escribir cuadernos con todo lo que debería estar bien y no está mal. Estamos pasando una etapa de oscuridad total, nunca las calles y el mismo pueblo estuvo tan sucio. A la falta de recolección de residuos, hay que agregarle que los vecinos se contagian y ni siquiera barren sus veredas, proliferan perros vagabundos, no hay orden en el tránsito, las oficinas públicas no atienden con la agilidad que deberían, y al público se lo trata como animales. A esto debemos agregar que nuestros funcionarios –elegidos por el Pueblo- no son nuestros servidores, ahora cobraron vida propia e se transformaron en burócratas defensores de sus puestos de “trabajo”. Del intendente ni hablar, porque no habla más en público solo para que le tomen declaración en los Tribunales de Comodoro PY por causas de corrupción, ocuparse de administrar nada, claro si va a poner siempre la muletilla “no hay plata” cualquiera gobierna, pero cuidado que durante este tiempo en que no hubo dinero, invirtió, y lo que compró no sabemos qué destino tuvo: máquina de demarcar pavimentos, chipeadora, y menos mal que lo apuraron con el asfalto reciclado porque si no vaya uno a saber donde terminaba. Nosotros también tenemos nuestros propios cuadernos de corrupción…Los Concejales no controlan nada, porque todo esto se evitaría si los ediles se ponen las botas y hacen su trabajo como deben. Es hora de que pongan las barbas en remojo porque sino la ira del Pueblo se va a ver reflejada en las próximas elecciones que no están tan lejos. Bueno por el momento basta. La crisis moral también llega a Capitán Sarmiento, veremos que hacemos nosotros como ciudadanos, o cambiamos o seguimos igual.
Ostoich con López y De Vido????