¿Qué habrá pasado?
Que los políticos nos llenen de promesas, que rozan con las mentiras, es totalmente normal en este país. Es que con el objeto de quedarse eternamente en el poder hacen lo imposible. No importa de qué partido sean, esto es una norma ya aceptada por la sociedad. Es triste pero todos lo sabemos y no hacemos nada para corregirlos. Es verdad lo único que nos queda es no votarlos, porque el voto es nuestra arma fundamental que nos otorga la democracia, es hora de emplearla, y darles una lección a estos inadaptados. Claro que también recurren a otras prácticas “non santas” comúnmente las llamamos “viveza criolla”. Así surgen distintos temas, están los soberbios, los simples, los que se victimizan, y con ello logran que la gente los vote. Ejemplos en la política nacional hay muchos, pero nosotros acá nos dedicaremos a la política de nuestra ciudad. Es que esta última semana tuvimos un episodio “raro” en Capitán Sarmiento. La explicación Oficial es conocida, y el acto si se quiere delictivo, el hurto de la billetera y celular del intendente Ostoich, en un acto partidario, donde se recibió al candidato a Gobernador Kicillof (el cual es seguramente será gobernador en un tiempo más, y no necesita nada, sólo vino a darle una mano a Irma). Pero, hay en este relato oficial muchas dudas. La primera que nos salta es que el clan Ostoich perdió las PASO por más de 700 votos en manos de Iguacel, y esa cantidad de votos hay que remontarlos a cualquier precio. Como Ostoich no tiene un asesor tipo Durán Barba, debe recurrir a las argucias que en alguna oportunidad le dieron resultado, como en aquella elección que tenía perdida con su eterno rival: el socialista Broccard, pero a último momento le “metió” una charla sobre drogadicción por una experta que –justamente- era de su partido, y lo que pasó fue un gran escándalo por los volantes repartidos con un contenidos estrictamente sexual donde había menores, que volcó a la sociedad de Capitán Sarmiento a favor de Ostoich. Ahora nos parece que la idea de Ostoich para revertir la situación eleccionaria recurre al papel de “victima”. En un acto donde concurría por segunda vez a nuestra ciudad Kicillof, con claras intenciones de ayudarlo en la tarea de recaudar votos, por arte de magia la billetera y el celular del intendente desaparecen en manos desconocidas. Lo que llama la atención es que rápidamente el director de seguridad, con movimientos precisos, descubre a los autores del hurto, los aprehenden en San Antonio de Areco, y recuperan las pertenencias de Ostoich en tiempo récord. Cualquier mortal en la misma situación no le encontrarían billetera y celular ni en años. Hay que mencionar –como al paso- que la billetera de Ostoich fue hallada en la ruta 8 camino a Arrecifes, mientras que los autores huyeron dirección Areco. Encontrar la billetera es un acto fuera de lo normal, porque es un objeto pequeño, y es difícil verlo, pero los policías lo vieron. Aquí muchos de acordaron de la familia Pomar, que permaneció desaparecida en un automóvil en una ruta Pergamino-Salto durante casi un mes, y la policía ni noticias. ¿No es raro?
Ahora después de estas dudas, surgen otras explicaciones también complicadas, de los dichos de Ojeda los autores serían empleados del Gobierno de la Ciudad, donde precisamente está Larreta, del partido Cambiemos, o causalidad quienes se oponen al partido que milita Ostoich, conclusión: Cambiemos manda estos personajes para arruinarle el acto político, robándole la billetera y celular al anfitrión. ¿Quién se llevará la mala prensa de los dos? A quienes tratan de cautivar unos rateros llevándose una billetera –que nos estaba muy gorda- y un celular que no tiene valor en el mercado negro? Sabiendo además que estaban en una ciudad del primer mundo, donde la seguridad es sumamente estricta, con cámaras, personal policial, uniformado y de civil, y un director de seguridad sagaz. ¿No sabían que aquí el delito es imposible? Mientras tanto Ostoich se “victimiza” porque, pobre a él también le pasan cosas que le pasan a todos los mortales. Bueno estimamos que esta acción teatral esta vez no le va a funcionar a Ostoich, porque tiene que cosechar más de 700 votos, y además tiene tres rivales para derrotar, y las cosas se van a repartir.