RECIBIREMOS PACIENTES DEL AMBA
Hace mas de cien días que estamos haciendo cuarentena tras cuarentena, algo inexplicable a esta altura del año, porque según los científicos ahora en julio es el pico de contagio. No vamos hacer ningún chiste al respecto porque ya en las redes sociales hay demasiados y la gente está cansada, al borde de la locura con este estado de nebulosa en las que nos están haciendo vivir. La razón es entendible, el estado quería estos cien días para prepararse a los efectos de pasar los picos de contagio con el sistema de salud en forma, que pueda soportar los contagios leves y graves con su infraestructura, y para esto estuvieron preparándose, en el país y en nuestra ciudad. Capitán Sarmiento, organizó un comité de crisis, preparó lugares con el club Los 14, el motel Rodríguez, y el mismo Hospital con sus salas de internación y terapia con respiradores incluidos. Si bien al principio no contábamos con casos Covid 19, en determinado momento aparecieron los primeros contagios y en la actualidad sumamos más de treinta, con la suerte que ninguno fue de gravedad extrema, hasta ahora todos están bien, y recuperados la mayoría. Si tenemos que hacer un balance digamos que el comité de crisis funcionó bien, todos hicieron lo correcto, y de esa manera el pueblo puede mantener una fase bastante cómoda en comparación al gran Buenos Aires. La razón es que hicimos las cosas medianamente bien, mientras que en el cordón del Amba, las cosas se complicaron y hoy por hoy entraron en la fase 1. El gobernador Kicillof reclama control estricto de la cuarentena porque las camas de terapia están por rebasar el límite que estaban ofreciendo. Como una de las medidas para paliar el efecto, recurrió a los intendentes de la Provincia que no tienen problema con sus habitantes, y les pidió que recibieran algunos de los residentes de ese cordón urbano que padecen la enfermedad para cuidarlos porque no hay forma de hacerlo en su lugar de origen. Esta medida fue aceptada por el intendente Iguacel, y el comité de crisis, pero inmediatamente se desató una ola de protestas por parte de algunos miembros de la comunidad, que esgrimiendo que la recepción de infectados de otras ciudades podrían agravar la situación local, y en tal caso “competir” por lugares del nosocomio si la situación se sale del carril deseado. El problema tiene sus razones según el cristal con que se lo mire. Si Capitán Sarmiento, se preparó y tiene su mecanismo de salud en condiciones, fue por un trabajo de los integrantes de la salud local y de la comunidad, que ayudó en la medida que pudo al nosocomio. Es lógico que al hacer las cosas bien se recojan los frutos que deben ser para la comunidad que hizo el mayor esfuerzo, porque la gran mayoría de sus habitantes cumplieron con la cuarentena y las medidas de sanidad dictadas por el gobierno. ¿Por qué habría que cederles lugares a aquellos que no son del pueblo y además provienen de otros lugares donde las medidas de salubridad no se estaban cumpliendo? Es un razonamiento individualista pero entendible: si cumplimos con todo lo prescripto, lógico es que la comunidad goce de los beneficios. Por otro lado nos encontramos que desde la gobernación se pide ayuda para capear el vendaval desatado en el cordón urbano, y un principio de solidaridad nos indica que es necesario ayudar a los conciudadanos que están pasando una situación difícil y comprometida. Si tenemos el lugar y no lo estamos utilizando, permitir la entrada de otros partidos no sería más que cumplir con ese sentimiento solidario que debe primar entre los habitantes de la provincia. La verdad es que no sabemos cuál de los dos razonamientos debe primar en esta hora difícil que estamos viviendo. Todos somos seres humanos y habitantes de la misma provincia, si estamos en mejor posición no estaría mal ayudar a aquellos que están pasando la crisis de la pandemia en peor situación que nosotros. Recordar que el Presidente Fernández dijo que esto era una guerra contra un enemigo invisible, y en situación de guerra todos somos iguales, y debemos ayudarnos mutuamente para salir adelante. La pregunta del millón es: ¿Cuando pase la pandemia el gobierno provincial nos tratará igual que los municipios del gran Buenos Aires? Esperamos que si, que no se haga diferencia porque el intendente es de distinto partido político, y porque es un municipio que no está ubicado en el cordón urbano, porque siempre tuvieron preferencia sobre los del interior. Si nos convocan en las malas, también lo debe ser en las buenas.