BIENVENIDOS TODES
La noción de lenguaje inclusivo comenzó a popularizarse en los últimos años. El concepto alude al modo de expresión que evita las definiciones de género o sexo, abarcando a mujeres, varones, personas transgénero e individuos no binarios por igual. Hay quienes consideran que el lenguaje convencional, cuyas reglas en nuestro idioma son establecidas por la Real Academia Española (RAE), resulta machista. Por eso proponen apelar a un lenguaje inclusivo que tenga en cuenta a toda la diversidad humana, incluyendo a quienes no se identifican con ninguno de los dos géneros vinculados a la biología (mujer / hombre). Con el advenimiento del nuevo gobierno surgieron las medidas tratando de imponerlo en la reciente gestión. Así, por ejemplo El Programa de Atención Médica Integral, mejor conocido como PAMI, resolvió que, de ahora en más, sus disposiciones se redactarán en lenguaje inclusivo de género. Para eso habrá una guía para todo el personal con capacitaciones específicas. En la resolución que lleva la firma de la directora de Instituto de Jubilados y Pensionados, Luana Volnovich, determina en su artículo 3 el “instruir a las distintas Secretarías y Gerencias de este Instituto a los efectos de que las futuras disposiciones, circulares y demás instrumentos normativos sean redactados en lenguaje inclusivo de género”. Esto generó una respuesta de algunos profesionales de la salud que están prestando servicios al PAMI y les demoran el cobro de los mismos, diciendo que en lugar de ocuparse de esa temática lo mas importante es cuidar la salud de los jubilados y jubiladas. En cierta forma tienen razón porque imponer lenguaje inclusivo, en nada mejora el servicio que merece el afiliado o afiliada, creo que se ha equivocado en el norte. A esto se suma que en los últimos días se conoció que el gobierno de Axel Kicillof trabaja en la creación de una guía de lenguaje inclusivo que implementará en toda la administración pública bonaerense. Otra vez se escuchan voces que critican que la preocupación del gobierno bonaerense pase por ese tema, cuando la situación económica de provincia la coloca al borde del default. En el mismo orden, se conoció que el Consejo Provincial de Educación de Santa Cruz aprobó la utilización del lenguaje inclusivo en las escuelas y en la resolución se aclaró que “no se sancionará a los docentes que lo utilicen”. Mientras tanto se le adeudan cifras considerables a los docentes de esa provincia.
Esta moda aun no ha llegado a nuestra ciudad, por lo menos en la nueva gestión emprendida por Iguacel. De todos modos no estamos libres de que en cualquier momento algún funcionario local se le ocurra meter mano en el asunto. Pero los ciudadanos somos conscientes que se cuida mas a la comunidad si se les provee de todo lo necesario para que los servicios funcionen. Antes de cualquier medida cosmética, habría que reforzar por ejemplo: los resortes policiales, legales y municipales para que la atención de la violencia familiar y/o de género tengan el apoyo necesario para brindarles a las victimas ayuda en el difícil momento por el que están pasando. Esas personas lejos están en pensar que la denuncia o resolución se redacte en lenguaje inclusivo, lo que quiere es que cese inmediatamente la situación de violencia por la que está pasando, y darle una respuesta rápida y efectiva es el objetivo que debe fijarse desde el estado; lo demás es secundario. No estamos en contra del lenguaje inclusivo, al contrario estimamos que en un futuro la Real Academia Española (RAE) se expedirá al respecto y lo aceptará o no, pero en la actualidad su implementación en áreas sensibles de nuestra sociedad nos parece aventurado, porque la respuesta para la problemática es otra, darles lo que necesitan rápidamente para solucionar inmediatamente la situación de carencia, violencia, abuso o definición en las áreas que llevamos explicitando. Después si quieren cambiar la lengua háganlo, pero antes suministren las herramientas necesarias para encarar los problemas de violencia familiar y/o de género que tanto mal está haciendo en la sociedad general y en Capitán Sarmiento en particular. Por eso discutir si la denuncia deberá ser redactada en lenguaje inclusivo en nada favorece a la víctima, porque lo que necesita es que su problema de violencia o abuso se resuelva lo mas rápido posible, por lo que hay que aceitar los mecanismos policiales y judiciales para que la medida cautelar salga inmediatamente, y no tenga que pasear por distintos organismos, con el riesgo de que su agresor a termine agrediendo nuevamente con un riesgo de vida. En fin nos detenemos en pequeñeces y descuidamos lo importante: proteger a la víctima, sea mujer, hombre, homosexual, transexual, o la elección sexual que tenga.