SE VIENE EL CAMBIO
Estamos en plena crisis gracias al corona virus y a nuestra economía, escribimos desde la cuarentena obligatoria impuesta por decreto nacional, es una situación no vivida nunca en nuestras vidas, todo parece una película que no tiene fin y donde estamos inmersos todos los habitantes del planeta tierra. La pandemia nos descoloca en nuestro mundo rutinario, y nos hace reflexionar sobre el futuro de la humanidad. Esto que nos ocurre no es gratis. Cuando se vaya dejará las huellas en todo el planeta. Habrá consecuencias sociales y económicas, no sabemos al día de hoy cuales serán, pero tengan plena seguridad que habrá. Pensemos: el virus no reconoce fronteras, sin embrago la única “vacuna” hoy, es el aislamiento. Inmediatamente los países han cerrado sus fronteras, los aeropuertos clausurados, viajeros en todo el mundo diseminados buscan con desesperación volver a su patria. Es que la globalización entre otras cosas generó el turismo –una de las fuentes de ingreso para los países- que va a dejar de ser lo que hasta hace poco era. Las compañías de aviación, porque no vuelan sus aviones dejarán de percibir ingresos, y probablemente quiebren. Los turistas de más de 65 años ya no harán viajes masivamente como lo venían haciendo. Estas personas prácticamente eran el 60% de los viajeros por el mundo. Porque la vida se estiró más, y gran parte de ellos están jubilados, con tiempo libre, invertían viajando. No era extraño ver multitudes de turistas orientales por el mundo, y también por lógica consecuencia occidentales en todas partes del planeta. Despues del Covid19 ya no serán tantos. Esta será una consecuencia económica muy importante, seguramente para países donde el turismo era una fuente de ingreso importante. Efecto colateral: muchos hoteles, posadas, etc quedarán vacías, dejarán de ser rentables, también los empleados en dichos lugares sufrirán las consecuencias. Los medios de transportes ya sean aviones, cruceros, ómnibus, trenes y demás, disminuirán sus frecuencias, por ende no generarán ganancias como hasta ayer. Punto aparte merece la deuda de los países, incluida la nuestra, habrá que hacerse un replanteo mundial, porque esta crisis nos tocó a todos, países ricos, solventes, pobres, atrasados, en vías de desarrollo, todos caerán en déficit. Esto hará que se forme un nuevo sistema económico, basado en otros parámetros, que no sean los habituales del sistema capitalista, este interrogante se los dejamos a los economistas. También esta revulsión provocada por el virus puede hacer desviar la mirada de los países líderes del mundo, en vez de generar millonarios costos en defensa, ejércitos, misiles, bombas, etc; deberán poner el ojo en la ciencia, en los científicos, para defender un bien más que importante: la salud. El corona virus vino a mostrarnos lo frágiles que somos los humanos, una pandemia podría acabar con miles de millones de habitantes del planeta. Queremos que esto pase pronto y de la mejor manera posible, por supuesto en nuestro país y el mundo. Socialmente dejará secuelas: ya no seremos tan demostrativos a la hora de saludar, porque un beso, un apretón de manos puede contagiar este virus o el que aparezca en el futuro, por lo tanto la efusividad que los argentinos tenemos posiblemente se vea perjudicada, y tal vez no seremos los mismos después de esta desgracia. Otra consecuencia podría ser que cada vez nos aislemos más dentro de nuestros hogares, que no salgamos tanto, el trabajo, y las clases a distancia será una constante que empezará a multiplicarse en la sociedad. No es malo, ya estábamos apuntando a eso, pero el ser humano es un hombre social, necesita del intercambio con el otro, es fundamental para la vida, pero también este parámetro será tocado por este flagelo que hoy nos castiga. En fin hay una infinidad de consecuencias que no es posible enumerar ahora cuando estamos en plena lucha contra el enemigo invisible que no preocupa, y nos desvive. Mientras tanto –en plena cuarentena- pensamos, que otra cosa podemos hacer, imaginamos como será el día después.