Parece que en estos días en nuestro país todo se desarrolla “sin cabeza”. En primer lugar el presidente Fernández está totalmente sin manija y cada intervención es un dislate, que lo coloca en peor situación que el otrora  De  La Rúa. Si dura es porque los mismos que lo pusieron no quieren aceptar el mal manejo de la situación nacional que está haciendo. Desde la misma interna lo critican mas que la oposición, en especial La Cámpora, que por otro lado trata de imponer a Cristina presidente, pero con argumentos increíbles, como hablar de proscripción. Eso nadie se lo cree, porque está perfectamente habilitada para ser candidata. No obstante, el operativo clamor con el que se trata de convencer a Cristina, la dama tiene la cabeza puesta para ver como zafar de la condena de la justicia. Por ahora solo ve la solución que utilizó Menem, como fue postularse a senadora nacional, y allí con los fueros evitaría que la justicia consiga encerrarla tal como le ocurrió a su amigo Lula en Brasil. Por eso los fueros legislativos evitarían semejante bochorno. Así las cosas, La Cámpora se queda sin candidato. Massa, Larroque, Máximo no tienen la talla necesaria para ganar. Nos queda el tío Alberto que en un disloque decidió postularse para la reelección, pero a estas alturas de su mandato ni Dylan le cree, aunque del entorno salen voces de apoyo, pero quienes la emiten son poco creíbles, va como ejemplo Aníbal Fernández, que, como es sabido, se queda sin empleo. En fin, desde el Frente tienen un malambo que ni les cuento. Los gobernadores desdoblaron las fechas de elección para no coincidir con la de presidente porque ven una derrota inminente, y solo Schiaretti en Córdoba se animó a decir que será candidato a presidente, en fin es una confusión genial. La misma confusión que tiene Juntos, allí surgen tres candidatos firmes: Larreta, Bullrich, Vidal y el impredecible Macri, que dilata su decisión agregando palos a la deteriorada rueda del Pro. No quiero nombrar otros que manifestaron su intención al sillón de Rivadavia como Lilita Carrió, Morales, Manes y algunos que se nos olvidan. Un mejunje total que no se aclara ni en días. Para rematar surgió Milei que amenaza con arrasar las urnas desde un movimiento liberal que aglutina muchas personas de distintas ideologías -todas extremas- producto del despelote que tienen los dos partidos gobernantes.

En la provincia de Buenos Aires es más o menos lo mismo, el único que la tiene clara es el actual gobernador Kicciloff que va por la reelección, los demás ni hablar. En este lugar vamos a mencionar a nuestro intendente Javier Iguacel que manifestó su intención de ser precandidato a gobernador por el espacio de Patricia Bullrich, y deberá competir con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti; y el senador provincial Joaquín de la Torre. También hay dos más que quieren llegar a La Plata: Diego Santilli y Cristian Ritondo, que van con Larreta. Esta confusión que vengo relatando se contagia en nuestra ciudad, Juntos especula con Iguacel a la provincia lo que habilitaría a Fernanda Astorino a la candidatura de intendenta. Por el lado del Frente es una nebulosa total, no hay atisbo de candidato por el momento, cero al as. Después de la desastrosa elección que hicieron el pasado 2021 nadie quiere poner la cara para una nueva bofetada. Por último, habrá que prestar atención al partido Vecinal que obtuvo una buena performance, el que tampoco tiene una cara visible para presentar, pero habrá que esperar. Por eso el título “sin cabeza”