ENTREVISTA
Dialogamos con Fifita Wolf, famosa fotógrafa de nuestra ciudad, -quien fue por años colaboradora de El Argentino-, nos cuenta la historia de sus papás y del amor por su profesión. “Quiero aprovechar a darle las gracias a las familias que confiaron en Foto Wolf durante tres generaciones. Me siento orgullosa de mi familia y sigo haciendo lo que me gusta: EL ARTE DE LA FOTOGRAFÍA.”
E.A.: Se presenta, y nos cuenta algo de sus papás, Fifita.
E.W.: Mi nombre es ELENA WOLF y mis padres fueron Henriette Le Merdy y Karl Curt Fritz Wolf. Mi madre era francesa, nació en París y mi padre alemán, nació en Dresden. Se conocieron durante la guerra en París, y tejieron una hermosa historia, siguieron en contacto con la esperanza de volver a verse algún día. Al finalizar la guerra mi padre estaba en Roma, Italia, en un convento, ya que la iglesia ayudó mucho a los que necesitaban refugio. Mi madre fue a Roma y se reencontraron. Luego dejó París para estar con mi padre.
E.A. ¿En donde nació?
E.W.: Nací en Roma en el año 1950 y mis padres decidieron emigrar para empezar de nuevo. Así llegamos a Buenos Aires un 1º de mayo… sin saber idioma y sin nada, solo la familia. Fuimos a parar al club Alemán en Villa Ballester, precisamente porque allí se hablaba alemán.
E.A.: ¿Cómo fue que sus padres se instalaron en Capitán Sarmiento?
E.W.: Llegamos a Capitán Sarmiento en el año 1953, contratados por Juan Keushgerian, ya que mi padre era dibujante textil y trabajó en la fábrica Keutex de esta ciudad, que estaba ubicada en la 29 de junio.
E.A.: ¿Cómo llegaron a ser fotógrafos sus padres?
E.W.: En 1958 comenzaron a sacar fotos con mi madre, mi padre amaba la fotografía y así comenzó de a poco nuestra casa de fotografías, Foto Wolf. Al principio no teníamos local para exponer las fotos y exponíamos en lo de Lischinsky, que había una tienda, donde hoy es el kiosko Snoppy, nos prestaba una de sus vidrieras en el centro, fue en el año 63, año que se prendió fuego toda la esquina, nosotros perdimos obvio todo lo que teníamos en esa vidriera. Despues se formó el cuartel de bomberos, que no teníamos en Sarmiento. También Salamero y Rabellino, comerciantes con negocios en el centro, nos prestaban una de sus vidrieras.
E.A.: Usted heredó esa vocación…
E.W.: Yo me crié en una familia de fotógrafos, pero solo empecé a ayudarlos y ser parte de este equipo en el año 1977. Desde ese momento empecé mi carrera de fotógrafa, realicé cursos en Buenos Aires y trabajaba con ellos. También lo hizo mi hijo Claudio junto a mi marido Alberto, con quién hicimos fotos y filmaciones. Perdí a mis padres en el año 1988, y seguimos con el negocio mi marido y mi hijo. Quedaron muchos recuerdos, trabajamos mucho, ya que hacíamos revelado blanco y negro, sociales, carnet, fotos de estudio etc. y atendíamos el negocio en los horarios libres, ya que Alberto trabajaba en el Banco Nación y yo en el magisterio. A partir del año 1995 que fallece Alberto, Claudio ya estudiaba en Bs. As. me ayudaba los fines de semana. Con el tiempo quedo a cargo yo sola, fueron años difíciles pero me gustaba la fotografía y con el cambio a digital tuve que armar nuevos equipos y hacer de nuevo cursos en Bs. As. digitales, pero me gustaba mucho.
E.A.: Cuando quedó sola, ¿quien la ayudó?
E.W.: Obvio que sola no podía con todo, tuve personas que me ayudaron como Natalia Santojanni, siempre presente hasta el día de hoy. Susana Gabilondo en el negocio, Jackie Girard, Julia Graciani, Eve Mermet y a partir de 1995, comienzo a trabajar con Nelson Pierdomenico de Arrecifes, el filmaba y yo con las fotos, un gran profesional y amigo con el cual podíamos contar en forma incondicional; ya desde antes de ese año tambien enviaba fotos sociales al diario El Argentino semanalmente. Durante un tiempo formamos un equipo con profesionales de Capitán Sarmiento, para hacer eventos, donde yo era la fotógrafa, luego dejé y seguí solo con fotos y video con Nelson.
E.A.: Cuénteme un poco de lo retratado en nuestra ciudad a través del tiempo…
E.W.: Anécdotas y recuerdos tengo muchos, pero un trabajo muy importante que hacíamos con mis padres era los trabajos de blanco y negro de La Elisa durante mucho tiempo hasta llegar a lo digital.
E.A.: Para usted, ¿cuáles son las mejores fotos?
E.W.: Para mí lo digital fue inevitable aprender y empezar en esta tecnología pero no lo cambio por la fotografía analógica, en esta última uno no puede equivocarse en la toma. En los tiempos de antes, analógicos, había que esperar a la revelación del rollo y ver si el trabajo estaba perfecto, gracias a Dios nunca tuve problemas pero que ansiedad hasta que llegaran los resultados.
E.A.: Algo que quiera agregar.
E.W.: El tiempo pasa, y sigo imprimiendo pedidos digitales, forma parte de mi vida, los que quieran pueden visitar mi página, Foto Wolf Digital (original) Tambien la vida me dio una hermosa familia y estoy disfrutando de ella, con mis nietos Agustina y Federico…no puedo dejar de nombrarlos…
Quiero aprovechar a darle las gracias a las familias que confiaron en Foto Wolf durante tres generaciones. Me siento orgullosa de mi familia y sigo haciendo lo que me gusta: EL ARTE DE LA FOTOGRAFÍA.
muy linda historia Fifita,a nosotros nos sacaba fotos tus padres cuando íbamos a visitar a mis abuelos,vecinos tuyos,un abrazo grande desde mendoza mi querida vecina de sarmiento
Buenaa Buasittaaaaaa
Hermosa historia Fifita,tengo muy lindos recuerdos de horas compartidas.Mis albunes repletos de fotos Wolf.Recuerdo a tus padres con cariño,a Alberto y por supuesto a Claudio y a tus nietos. Gracias por estar siempre acompañándonos.TQM.
Supe verte trabajar querida amiga, con enorme dedicación, capacidad y responsabilidad cuando iba a visitarte.