ENTREVISTA

ENTREVISTA

CARLOS MERLINO, profesional de la medicina, (cardiólogo), instalado en nuestra ciudad desde hace unos años, nos cuenta algo de los cuidados de nuestros corazones y dice: “…un profesor me tomó examen de medicina interna y me dijo: “Usted va a ser cardiólogo”. Y aquí está en nuestra ciudad y con ganas de quedarse.

E.A.: ¿Cómo llegó a Capitán Sarmiento?

C.M.: Yo hice la especialidad en un hospital de la provincia de Buenos Aires, junto con el doctor Ortega de Arrecifes, que es cardiólogo igual que el padre. Nos hicimos muy amigos, y acá en Capitán Sarmiento no había cardiólogo, estaba trabajando todavía Chiche Petratti, que a su vez era anestesiólogo y médico de Pami, por lo tanto cada vez ejercía menos como cardiólogo. Esta especialidad necesita dedicación plena y cuando el Dr. Agustín Maschietto le decía a Juan (Ortega) que viniera para acá, éste le decía que no tenía tiempo, y la verdad es que cuando terminamos la residencia, quedé como sin saber qué hacer, haciendo trabajitos chiquitos, pero nada certero, y como en el hospital en la provincia había muchas deficiencias y deudas, vi como un buen lugar para residir en Capitán Sarmiento y desarrollar lo aprendido.

E.A.: ¿De dónde es oriundo?

C.M.: De Santiago del Estero, me crié allí desde chico; en realidad nací en La Plata, pero mamá fue a parirme a esa ciudad. Somos tres varones, el mas grande nació en Santiago, como no tuvo una buena experiencia en el parto, los dos siguientes fuimos nacidos en La Plata. Pero viví toda mi infancia en Santiago, después me fui a Córdoba a estudiar medicina, me recibí y la residencia y las prácticas las realicé en el hospital Presidente Perón de Avellaneda; la especialización me la dio el Instituto Favaloro. Al terminar todo en el 2013 me vine para esta ciudad.

E.A.: ¿Qué le atrajo de la especialidad?

C.M.: Me gusta porque en esta especialidad, se aplica mucho la matemática, física y química. Dentro de la medicina la cardiología tiene mucha física, mucha hidrodinámica, en este caso sería hemodinamia porque se trata de sangre, de entender al sistema cardiovascular como una bomba que distribuye la sangre por todo el cuerpo, llevando esa oxigenación, ese nutriente y quizá por eso cada vez que estudiaba la parte de cardiología la estudiaba con mas ganas que otras partes. Uno cuando empieza medicina no sabe que va a ser, y cuando se llega al último año es como la secundaria: ahora hay que decidir que voy a ser el resto de mi vida, es decir cual será la especialización, y a mí cardiología siempre me gustó, me gustó mucho. También pensé en nefrología, pero en quinto año un profesor me tomó examen de medicina interna y me dijo “Usted va a ser cardiólogo”. Se ve que el profesor vio que respondía con más ganas las preguntas hacia esa especialización.

E.A.: ¿Cómo ve nuestros corazones?

C.M.: En esta ciudad la gente se cuidad mucho en general, hace deportes, mucha gente anda en bicicleta, camina. La actividad física es importante, esta instaurada en la sociedad de Capitán Sarmiento. Si buscas un turno para el paddle no conseguís, para cancha de futbol no hay, es como que siempre se está haciendo ejercicio, es una ciudad muy deportiva. Aun así no salimos de la media, si busco las estadísticas mundiales o en lo nacional cuanta gente se infarta, estamos mas o menos en la misma estadística. Lo mismo con el sobrepeso, la obesidad y la diabetes. No tenemos una estadística clara, como todo nuestro país, las estadísticas no son muy fidedignas, pero cuando uno hace conclusiones con lo que se ve a diario estamos mas o menos en la media. Por supuesto que cuando estábamos en el hospital haciendo la especialidad, veíamos muchos casos, pero hay que tener en cuenta que allí se derivaban muchos pacientes de todo el país, entonces teníamos mas casos “raros”. Cuando vemos que la gente adhiere al tratamiento de la hipertensión un 30%, acá también en esta ciudad pasa lo mismo, igual creo que podríamos mejorar un poco acá en Sarmiento se podría si se controlaran más.

E.A.: ¿Qué control debe hacerse?

C.M.: Soy de insistir mucho con la presión arterial porque muchos de los problemas cardiológicos se inician con un mal manejo de la presión arterial. El corazón cuando la presión es alta, en las arterias de los brazos, de las piernas, trabaja de una manera muy exigida para seguir haciendo circular esa sangre. Es como un motor que lo aceleramos todo el tiempo, tiene que funcionar, pero está acelerado, por lo tanto el tiempo que va a durar, ya que esa persona tiene que vivir unos 83-85 años, va a ser menor, y los problemas van a empezar antes de lo que debería. Esto está comprobado estadísticamente en todo el mundo, es allí donde hacemos hincapié porque es la prevención primaria. A la persona que logremos inculcarle que la presión es importante seguramente estará pensando que debe cuidarse en las comidas, hacer ejercicio, y disminuir los consumos de sal, lo que lleva a la buena salud a largo plazo. Esa prevención en cardiología es importantísima, recuerden que el 33 al 35% de la población mundial se muere de un infarto. Cuidado con las mujeres, ellas creen que están exentas de los problemas cardiovasculares, que el hombre las sufre más frecuentemente, pero en realidad lo que pasa que el hombre las sufre de más joven, pero no en más cantidad. El hombre a los 40 o 45 años empieza a tener problemas, y las mujeres probablemente no, pero post menopausia las enfermedades cardiovasculares en las mujeres son iguales al hombre, y la mortalidad es mayor. Noto en el día a día que las mujeres no se sienten con sobre peso o con obesidad…

E.A.: ¿Qué le falta al nuestro hospital en su especialidad?

C.M.: Cuando uno habla siempre quiere lo más grande. Nosotros queremos hacer una sala de hemodinamia, que es donde se hacen los cateterismos, se colocan stens, pero esto necesita de una infraestructura muy grande y muy costosa, y hace falta hacer un estudio para saber si vale la pena tenerla o no. Hay que hacer un quirófano nuevo y poner un equipo que debe costar no sé, pero alrededor de 200.000 o 300.000 dólares, y habría que ver si es redituable o no. Me imagino que ese estudio debe hacerse desde el gobierno o algo privado. Esto nos permitiría avanzar mucho en tratamientos terapéuticos. Aquí en la ciudad se hicieron tres intervenciones cardiovasculares y han sido buenas, pero tenemos esa limitación de la falta de la sala de hemodinamia, porque si tenemos una complicación durante o después de la cirugía la resolución es muy compleja, y las veces que lo hicimos seleccionamos bien a los pacientes porque no hay posibilidad de derivarlos urgentemente. Ahora, siendo humildes en lo que se quiere,  debo mencionar que las políticas de estado deben tender a la reducción en el consumo de la sal, más campañas de educación en la gente, de los controles de presión, que se acerquen a los centros de salud para medirse, que compren tensiómetros automáticos, que son los que recomiendan las sociedades científicas para saber la presión arterial día a día.

E.A.: ¿Qué síntomas tiene la presión?

C.M.: A veces ninguno. No hay que esperar el síntoma. Dolor de cabeza, de cuello, visión borrosa, inclusive la presión alta se puede confundir con la presión baja. Si una persona desde chica sufrió presión baja, se siente mareada, con dolor de cabeza, piensa: “se me bajó la presión”, y a lo mejor es lo contrario, porque los síntomas son parecidos. Algo importante es controlarse el colesterol, si lo tenemos alto debemos cuidarnos, también hay que dejar de fumar. Las campañas de cese de tabaquismo dieron resultado porque cada vez se fuma menos, ojalá la tendencia siga. Los estragos que causa a la salud el cigarrillo son inconmensurables, porque uno lo toma siempre como causa del cáncer de pulmón, pero tapa todas las arterias, y los daños que produce son importantes.

E.A.: ¿Cómo lo tratan en nuestra ciudad?

C.M.: Agradezco a todos, me tratan muy amablemente, la gente me responde muy bien; me encanta Capitán Sarmiento y pienso radicarme definitivamente.