Entrevista

Entrevista

Conversamos con Adriana Horúe, integrante de Todos y Nosotros, institución que busca darle un hogar a las personas con capacidades diferentes que se quedan sin sus padres y familiares. “…Es muy importante que puedan lograr el sentido de pertenencia en un espacio que sientan como propio…”   

E.A.: ¿De dónde surgió la iniciativa de la creación de Todos y Nosotros?

A.H.: No es que hay sido mía la idea, pero fue a raíz de una necesidad propia, los últimos años que estaba en mi actividad como docente pensaba y me preocupaba el día después que uno falte, con estos hijos que tienen discapacidad mental, que no se pueden manejar solos en una casa, ni manejar dinero, ni nada de nada. Ese día, cuando me jubilé de maestra, hice una carta que repartí a los conocidos y  los que tenían la problemática, como para ir instalando el tema.  Al año siguiente se jubiló Bety Bellosi, siempre me había dicho que me iba a acompañar en esto y ahí arrancamos. Hicimos una primera reunión en el Centro de Jubilados, nos cedieron el espacio gentilmente, a partir de ahí vimos que la convocatoria era muy buena, y el 3 de junio hicimos una reunión ya más formal donde formamos una comisión, y a partir de ahí arrancamos.

E.A.: ¿Qué fin persigue la institución?

A.H.: El fin siempre fue crear un hogar de capacidad de algo más de 25 personas,  para estos chicos como les decimos nosotros que se quedan sin sus padres, sin  una contención familiar directa. A veces pueden heredar casa, terreno, auto, pero de nada le sirve porque no pueden y no tienen conciencia del manejo de nada. El objetivo es que sea un lugar donde estén contenidos. Ellos normalmente, la mayoría, concurren al Taller Protegido de nuestra ciudad, también a un centro de día en Campana, que viajan todos los días, 90 km de ida, 90 km de vuelta. Se van todas las mañanas y vuelven a las 17 hs. y luego, ¿dónde van? Por eso queremos que tengan un lugar donde ir, como si fuese su casa. Porque hasta el momento de vida de  sus padres, el hogar está.  A veces tienen problemáticas sociales, y ni siquiera hay hogar. 

E.A.: ¿A qué se debe su nombre, Todos y Nosotros?

A.H.: Se llama así porque cuando hicimos la petición para lograr la personería jurídica, entre tantos papeles que nos pidieron, nos solicitaron que eleváramos cinco nombres  en una de esas reuniones.  Había nombres muy lindos pero ya estaban todos registrados. Y uno de los que quedaba era éste, Todos y Nosotros, como si fuera toda la comunidad y nosotros luchando por ellos, juntos. Era el que menos nos gustaba, pero fue el que vino aceptado. La Comisión en la actualidad la integran 13 personas, su presidenta es María Azucena Oliver. Yo estuve cuatro años en la presidencia.

E.A.: ¿Cuántos chicos tendrían necesitan el hogar ya?

A.H.: Los que estarían ya para entrar, con necesidades urgentes, serían entre seis y ocho. A principios de este año, dos chicas grandes las tuvieron que internar en Baradero. Cuando los llevan, pese a ser lugares buenísimos, lugares donde están muy bien, muy bien equipados, ellos sufren y extrañan. No sólo sufren la lejanía con su familia, sino también el desarraigo, añoran las calles, el barrio, las mascotas, los vecinos.

E.A.: ¿Cómo van con la construcción del edificio?

A.H.: En estos momentos tenemos el 30% construído, el edificio está ubicado en Urioste 1575, entre Córdoba y San Juan. Inicialmente fuimos a pedir terrenos fiscales, pero no había. Recorrimos un montón de lugares,  luego apareció esta señora, Elvira Santos Spinelli, que nos donó el terreno. A partir de ahí,  empezamos. Lo que va con techo, que no es losa, ya está listo. La  administración  con un baño, es lo que se hizo primero, y la segunda etapa que se terminó este año, son tres dormitorios dobles a la calle, que serían para seis internos. Dos cuerpos de baños con su correspondiente antebaño, para varones y mujeres, y atrás una habitación más chica para el auxiliar nocturno que ocuparía la persona que cuidaría planta baja la galería. Este año se hizo los cimientos de todo el resto del edificio en planta baja, con su carpeta. Nos faltan 90.000 pesos, que le debemos al albañil, a medidas que vamos juntando dinero, con cuotas de socios, o con alguna donación le vamos entregando. El albañil es un señor que está bastante comprometido con el proyecto, y la verdad que nos aguanta, se llama Jorge Osvaldo Guevara. El plano lo hizo en forma gratuita Pocho Rabellino y su señora, María Isabel Zurano. Hay un sum, después está el comedor y si se construye se podrían hacer talleres, por ahí para que no se viaje tanto a Campana.

E.A.: ¿Cuentan con algún apoyo económico?

A.H.: El Club de Leones y el Rotary Club de nuestra ciudad siempre nos ayudan. Por ejemplo, Rotary nos donó 20 rifas del auto el anteaño y las vendimos a nuestro beneficio. Y Leones el año pasado nos dió para vender 50 rifas de la casa, este año nos volvió a dar 50, las estamos cobrando mes a mes. María Eugenia Vidal, nuestra gobernadora,  estuvo sentada en la administración cuando estuvo en campaña en el año 2014.  Se hizo socia, pagó todo el año, nos dijo que cuando fuera gobierno nos iba a ayudar en la medida de sus  posibilidades. Cuando fue gobierno, le empezamos a mandar carpetas, notas, pero nunca obtuvimos respuesta. Este año nos pusimos más firmes, volvimos a mandar cartas y carpetas, y hace 15 días del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, dirigido por Santiago López Medrano, nos mandó a decir que el año pasado no entramos en el financiamiento, porque era para instituciones en funcionamiento, ya con internos. Este año, cuando vieron la nota que le mandamos, que ya tenemos el 30 % construído,  nos informaron que nos podrían derivar a dos programas de financiamiento. Lo estamos analizando, porque nos financian,  pero eso lo tenemos que pagar. Hay  que presentarlo entre el 4 y el 28 de diciembre de este año. Porque lo que viene para construir es muy costoso, se pueden levantar paredes de a poco, pero cuando haya que hacer la losa, se hace toda junta. Queremos que nos ayuden, pero nunca  tuvimos el aval municipal. Hace 15 días vino un candidato a senador que nos visitó junto con Pinocho Sánchez, nos donó 10.000 pesos, y nos dijo que si no teníamos el aval municipal, se nos iba a ser difícil. Lo que falta construir en dinero en el mes de  febrero aproximadamente eran 7 millones, para la comunidad es muchísimo, pero para el gobierno es un vuelto.

E.A.: ¿Algo que quieras agregar?

  1. H.: Estamos eternamente agradecidos a la comunidad de nuestra ciudad, porque cada vez que organizamos algo, siempre están presentes, ya sea con tortas, con donaciones, nosotros siempre hacemos cantina con cosas para vender. Tenemos una comisión de apoyo, que si bien no va a las reuniones, cuando hay un evento, trabajan y mucho. Muchas gracias a todos.