ENTREVISTA A JOAQUÍN GIMENEZ

ENTREVISTA A JOAQUÍN GIMENEZ

Dialogamos con Joaquín Gímenez, Ingeniero en Alimentos, encantado de su profesión opina que… “teniendo educación alimentaria, no necesitás un gran capital para tener una alimentación saludable”

E.A.: Se presenta.

J.G.: Soy Ingeniero en Alimentos, tengo 28 años, estoy trabajando en una consultora química de Mercedes y como Profesor en distintos niveles de varios colegios. En la Consultora  me dedico a asesorar PYMES en todo lo que respecta al control de calidad. Tengo 28 años.

E.A.: ¿Qué te llevó a elegir esta carrera?

J.G.: Cuando estaba en la secundaria tuve una materia referida a la nutrición y me gustó, siempre me llamó la atención los procesos que llevan los alimentos, y saber lo que duran, unos más otros menos, las condiciones de almacenamiento, y después la formación química;  empezar a saber esas cosas me resultó llamativo.

E.A.: ¿Cómo somos los argentinos como consumidores de alimentos?

J.G.: Yo creo que el consumidor, teniendo a mano las noticias y demás, está muy desinformado básicamente en lo que respecta en lo referente al rotulado, como que la crisis económica y las industrias acompañan esta desinformación respecto de lo que es  la educación alimentaria y eso se puede ver con el gran auge de denuncias que hubo por falsificación de alimentos, pero que no es  tal, porque en el código alimentario figuran así. Por ejemplo, la leche que estaba en las góndolas, no era leche como la conocemos nosotros, sino que figura como un alimento lácteo a base de leche. Según el Código Alimentario está permitido, solamente que no es un alimento cien por ciento leche. Tendrá un 70% de leche, después va a tener agua, y después lactosa, para disminuir costos. Porque la realidad es que es uno de los sectores económicos más perjudicados, el sector lácteo, que viene siendo afectado desde muchísimos gobiernos atrás. Y sí le sumamos la baja en el consumo, se hace más complicado, tanto en los lácteos como en el caso del ketchup y de un montón de alimentos que figuran “a base de” y lo único que tienen de ese producto es una ilusión, por así decirlo, pero está dentro de los parámetros legales y la gente al verlo y leerlo, se siente estafada por la industria y la verdad es que se puede hacer, la ley los habilita.

E.A: ¿Piensa que los alimentos que consumimos en el país son bien explícitos?  

J.G.: En cuanto a la rotulación de los alimentos hoy en día se están estudiando normativas para que cambie el etiquetado de los alimentos, que haya un nuevo etiquetado frontal como sucede en Uruguay o en Chile, donde se indica de acuerdo a las prevalencias de las patologías, por ejemplo la hipertensión y la obesidad en el frente de los alimentos se indica con un hexágono negro, si el alimento es alto en sodio, alto en grasas trans, etc. como para concientizar. Volvemos a la educación alimentaria, si la persona no sabe cómo influye el contenido de sodio o de grasa en su alimentación, o como aprender a leer los rótulos, saber cuáles son las necesidades de uno mismo, entender cuáles son las distintas porciones y que se cumpla con la reglamentación, es difícil que se cuide. Tambien como el hecho de consumir alimentos que hoy en día la gente busca que sean lo más natural posible, y a veces, suele suceder casos terribles, como el de las dos hermanas que contrajeron botulismo por consumir humus de garbanzos, se veían muy naturales pero no tenían ninguna clase de registro, ni nacional ni del establecimiento. No hay seguridad de que sea inocuo, y termina afectando a la salud. Cuando se quieren consumir alimentos naturales, tengamos la precaución de que esté fiscalizado por algún organismo.

E.A.: ¿Estamos bien alimentados en nuestra ciudad?

J.G.: Hice hace algunos años una tesis de pregrado, fue sobre alimentación en chicos en edad escolar de Capitán Sarmiento, y luego la presenté en un Congreso Latinoamericano en Mendoza, y fue hace unos años pero ya la cifras eran alarmantes para lo que es la media nacional. Una mala alimentación, un exceso de comidas chatarra y un desconocimiento bastante grande e importante de lo que es el consumo de frutas y vegetales que, acompañado de las nuevas tecnologías y el sedentarismo producen sobrepeso y en algunos casos, obesidad. Eso se revierte con educación alimentaria, es lo principal. Es muy difícil, es complicado llevar adelante una alimentación saludable con costos limitados. Pero no es imposible, a  mis alumnos siempre les digo, teniendo educación alimentaria, no necesitás un gran capital para tener una alimentación saludable.

E.A.: ¿Qué opina de las personas que deciden ser veganas o vegetarianos?

J.G.: Hoy en día es bastante común, es como una nueva tendencia, respetable, pero no es fácil esa determinación. No me puedo levantar de un día para otro pensando hoy empiezo a ser vegetariano. Tengo que tener un gran conocimiento de lo que es la nutrición, para poder serlo. Y tener salud, obvio. La mayoría de las personas que practican esta forma de alimentación, saben bastante de nutrición o están asesoradas por un nutricionista. Llevan adelante una dieta adecuada, saben cómo se reemplaza la vitamina B y el hierro que se consume por intermedio de la carne, igual bien asesorados, se puede elegir esa forma de alimentación.

E.A.: ¿Hay mucha obesidad en Capitán Sarmiento?

J.G.: Obesos, no; hay  más que nada sobrepeso. Inclusive, cuando uno vé los parámetros, de la Organización Mundial de la Salud, muchos niños que observamos los vemos rellenitos, y por una cuestión de talla y de altura te dás cuenta que no es tan leve. Cuando ese sobrepeso está acompañado con malos hábitos alimentarios, seguramente será una futura persona obesa.

E.A.: ¿Cuál sería el menú ideal?

J.G.: No sé si hay un menú ideal. Cuando se habla de dieta, no tiene que ser tan restrictiva, tiene que ser variada. Si te dicen que no podés comer esto, siempre la tentación te va a ganar y se va a terminar deseando todas las comidas. Toda dieta no debe ser un padecimiento. Debe ser un proceso por el cual uno pasa para tener un estilo de vida saludable. Mirando el plato, debe tener muchos colores, porque así significa una gran cantidad de micro y macronutrientes, que ayudan a tener una alimentación completa. Obvio, lo mejor son frutas y verduras, que son como el demonio para los chicos.

E.A.: ¿Le gusta su profesión?

J.G.: Me encanta esta profesión, me gustaría que alguien más estudie, no conozco que alguien de la ciudad que curse esta carrera.