Entrevista a Jorge Dorado
Acompañado por sus hijos, dialogamos con Jorge Dorado, profesor de Danzas Folklóricas, trabajador de la cultura de nuestra ciudad, quien afirma que: “…Tengo mi forma de bailar, sin técnica. No lo hago para que miren, bailo para mí. Yo noto cuando las personas disfrutan, bailo para disfrutar el momento…”
Polémico en sus dichos, y enojado con el panorama cultural local.
E.A.: Se presenta.
J.D.: Jorge Eduardo Dorado, 53 años, papá soltero. Me dedico a coser en la máquina y soy Profesor de Danzas Folklóricas.
E.A.: ¿Qué te llevó a tener esta inclinación artística?
J.D.: No sé. Cuando era adolescente había agarrado una especie de depresión, y me encerraba, como si fuera pánico. Me encerraba en casa, y uno de mis cuñados, que en ese momento era Oscar Albelo, me insistió, dale acompañame, que es lindo el folklore. A mi en ese momento, no me gustaba. Bueno, un día lo acompañé. Fui Con Griselda Mermet de Nicolau, a la Casa de la Cultura. Y ella me dijo: “¿Qué hacés?, ¿Mirás o bailas?”. “Bailo, dije yo.” Y ahí me atrapó totalmente. Me encantó, y me apasiona la danza folfklórica.
E.A.:¿Estás dando clases en la actualidad?
J.D.: Ahora estamos de vacaciones, pero el primer miércoles de marzo comienzan las clases, como siempre en la Biblioteca Almafuerte. Le pago un arancel a la Biblioteca, por usar el salón; es una gran posibilidad porque no nos cobran caro. Estoy dando clases con más gente gente adulta, por el tema que a los chicos y adolescentes, tiene que ser en un horario acorde a su edad, y como los grandes van desde las 19 hasta las 22 o 23 horas, y como tengo que trabajar en lo mío, porque de esto no me alcanza para vivir…Estoy cobrando poco porque no me gusta cobrar mucho.
E.A.: ¿Qué te pareció Pre Baradero?
J.D.: A mí me gustó mucho participar. A nosotros nos dan un reglamento, te presentás en la competencia que es zonal, en primer lugar. De ahí competimos con las parejas en Zamba Tradicional y se respetó eso. Pasamos a Chivilcoy, y la competencia ya fue provincial. Salimos primeros nosotros, en esa instancia se siguió respetando la Zamba Tradicional. Cuando llegamos a Baradero, eran 17 provincias que competían, nosotros íbamos como representantes de la Provincia de Buenos Aires, hicimos lo nuestro con mi compañera, Analía Lares, lo que uno sabe y ha estudiado. Una vez que terminó el certamen y dieron la clasificación, ganó un salteño, que era un show, no había quien lo iguale. Luego en segundo puesto un tucumano, le seguía un santiagueño y un cordobés. Creo que no se respetó la Zamba Tradicional, sino que premiaron a los que hicieron un show. A mi gusto, un show precioso. Un lujo verlos. Y yo ni discuto, porque el jurado tiene ese punto de vista y uno tiene que estar de acuerdo con lo que el jurado elige, algunos participantes discutieron. El salteño revoleaba el poncho, repiqueteaba lindo, pero no es tradicional. La zamba viene de Chile, y de ahí se bailó en todo el país, pero cada provincia le puso su carácter. A mi me gustó, porque yo lo tomo como si fueran vacaciones, y aunque pierda gano experiencia. Voy aprendiendo.
E.A.: ¿Usted piensa que cumple una función cultural/social en la ciudad?
J.D.: Yo creo que cultural, sí. Social, no sé porque las edades que tengo de concurrentes, no creo que necesiten tanto socializarse. Cuando le daba clases a chicos, sí. Porque uno no sólo le enseña danzas, le estamos enseñando una conducta, el amor hacia las otras personas. Cuando le daba clases a los niños, yo tenía 24 años, eran todos como mis hijitos. Siempre aconsejándolos, entonces pienso que sí, ahí uno pone parte. Pero ahora que lo pienso bien, también cumple función social la danza cuando uno es grande. Es lindo lo que hacemos. Culturalmente, estamos haciendo algo. Fuimos a competir, a Arrecifes, a Pergamino, entonces ahí está la parte social. Yo soy solo el varón que participo, porque los varones tienen un poco de temor, no se animan. Y llevo todas las veces una compañera distinta.
E.A.: ¿Cómo nos ves culturalmente en Capitán Sarmiento?
J.D.: Estoy muy enojado con la cultura. Nooo, ¡estoy enojadísimo!. Yo me enojo porque es muy triste ver a nuestra ciudad así. Estuve con Jorge Bojanich desde el principio, cuando le dieron el espacio de la Biblioteca, que era la Telefónica. Lijamos los pisos, revocamos las paredes, pintamos. Lo dejamos en buenas condiciones. Ahí, Jorge empezó a traer algún artesano, algo de lo que no teníamos costumbre. Empezamos con Pino Lucero, con Clody Gapezzani, Nani Rives, Gustavo Amondarain, su esposa, Cuca Palotti. Mucha gente que apoyaba la cultura. Jorge nunca se quedó dormido. Edificó un castillo en la cultura, y esta gestión lo tiró abajo. Si el Director de Cultura actual lleva adelante todo, el castillo lo desmoronó él. Hace unos años atrás, el Intendente de San Antonio de Areco, en un medio periodístico, dijo que sentía una envidia bárbara por Capitán Sarmiento, que sin tener tradicionalismo, lograron lo que lograron. Y hoy…….no hay nada. Sin ir más lejos, cuando hay peña invitamos a gente de afuera, y como sea, promovemos el turismo. Y nos arrancan la cabeza cuando pedimos autorización, tenés que pagar un montón de cosas. No hay libertad para estos temas. Tendría que ser un poco más económico, menos gastos. Yo quise hacer una peña para que la gente nos conozca, pero sacás números y no te conviene. No podés arriesgar. Se puede hacer cultura con poco.
E.A.: ¿Si lo llamaran como asesor cultural, que es lo primero que haría?
J.D.: Lo primero que hago, es agarrar de la mano a Jorge Bojanich. Como Jorge, no hubo ni habrá. Jamás. Jorge es un tipo que estudió, que luchó, que se metió. Y sigue haciendo cosas. Lo primero que hago es manotearlo y no soltarlo. Que él me guie. Y empezar a promover la cultura en las escuelas, canto, danza, cerámica, coro, había tantas cosas que se hacían. Y que él las promovía en los colegios. Hoy el Director de Cultura local, seguro no va. A veces pienso que no existe. Porque yo no lo veo. Entonces, a Jorge lo ves todavía con su maletín, caminando por la calle. No me queda claro porque lo sacaron a Jorge. Lo pusieron en un escritorio. Yo lo conozco, y sé que también hizo macanas, porque haciendo cosas también se hacen macanas. Pero lo bueno que hizo, fue más. El Cahuané….Capitán Sarmiento se empezó a conocer por Cahuané. Jorge Bojanich era una persona que siempre estaba y extraño eso. Y no me vengan a decir que no hay plata, porque yo pongo mi granito de arena sin plata. Yo estoy cobrando $50 pesos la clase de 19 a 23 horas. Y no es que le enseño algo rápido y listo. Quiero que aprendan, que cuando alguien les pregunte, sepan de donde salió el gato, la zamba, que el alumno adquiera cultura.
E.A.: ¿Agradecimientos?
J.D.: A mis alumnos que son más amigos que otra cosa. No me gusta el rótulo, no quiero que me digan“el profesor”. Soy el amigo que ha estudiado un poco y que transmito lo que he aprendido. A mi gusta seguir estudiando, tengo a Carlitos López que siempre me ayuda con mis inquietudes, siempre tiene una explicación. Quiero agradecerle a Tati Semino, que fue el único que para irnos a Baradero sin ningún interés nos ayudó. Y fue de casualidad, no porque yo se lo pedí. Estábamos en la placita del Barrio, en donde habían ido los chicos de la Campora que pintaron y bueno, nosotros seguimos, pusimos plantas y flores. Le hablé a Tati para que me ayudara a ver si conocía a alguien que nos done hierros para hacer el techo de la Virgencita. A raíz de eso, él se enteró que fuimos preseleccionados para ir a Baradero y allí surgió la idea de ayudarnos. Igual no me gusta pedir. No me ayudó ningún concejal.
E.A.: ¿Se siente valorado en Capitán Sarmiento?
J.D.: En otras ciudades, el artista es valorado, aquí poco y nada. Jorge Bojanich en un momento trajo al Profesor Mauro Goitea del Resero de Pergamino, para que forme el Ballet Municipal, se formó con profesores y alumnos locales. Era un lindo grupo, y hacíamos la apertura del Cahuane. A raíz de eso, este muchacho me lleva para que represente la pareja mayor en Pergamino. Busqué la forma y fui, me pagaban y me daban los viáticos. Hay gente aquí que es apoyada, esto no es parejo. En Cahuané he bailado toda la vida. Y hace dos años que no vamos, porque no nos dan ni las gracias. Sólo pedimos una Coca y un sándwich, siendo que hay otros participantes que les pagan. Si no hay plata, no hay para nadie. Entonces, no vamos. Yo bailo de corazón, en los lugares que voy me conocen. Tengo mi forma de bailar, sin técnica. No lo hago para que miren, bailo para mí. Yo noto cuando las personas disfrutan, bailo para disfrutar el momento.
E.A. ¿Algo que quiera agregar?
J.D.: Invito a la gente de Capitán Sarmiento el primer miércoles de marzo a concurrir a las clases, en la Biblioteca Almafuerte, les doy la oportunidad y la primera clase no se les cobra. Que vea si les gusto yo, si les gusta el grupo. Porque hay que dar esa opción, que me vean si les gusto como Profesor, que prueben, que vayan a conocer a nuestro grupo Suyai, que significa esperanza. Los invito, la danza te dá mucha riqueza.