ENTREVISTA A MARCELO LEÓN
Dialogamos con el Director Ejecutivo de la Fundación de Organos y Tejidos Tercer Milenio, Marcelo León, vecino de nuestra ciudad, quien nos dice: “En la Argentina, tenemos un índice de donación bajísimo, de los mas bajos en el mundo. Solo toman conciencia con casos puntuales. Se muere una nenita y allí aparecen los donantes, pero al año nos olvidamos y ya no hay donantes”
Lea esta interesante nota, y quizás empecemos a tomar conciencia.
Mi nombre es Marcelo León, y en febrero va a hacer cuatro años que estoy viviendo en Capitán Sarmiento, con mi familia, que está compuesta por María José Nou, y mis dos hijos Salvador y Ambar.
E.A. Cuéntenos de su ocupación.
M.L.: Pertenezco a una fundación, cuyo presidente es el Dr. Casadei, de la cual soy el director ejecutivo, que se llama Fundación Argentina de Organos y Tejidos Tercer Milenio. Esta fundación hace treinta años que está en funcionamiento. Empezó supliendo los problemas del estado, especialmente con los trasplantes, porque hace cuarenta y pico de años, no había ley de trasplante, solamente se practicaba con los órganos que llegaban de Miami, después había que conseguir la autorización ante la justicia para que nos dejara hacerlos. Estábamos para arreglar todos los embrollos que había para concretar el trasplante, en especial el dinero que costaba, porque si bien había obra social que lo pagaba, otras decían que no y también mucha gente no sabía que era un trasplante, y en esa época menos. Entonces allí hicimos la fundación, y trasplantamos a 4.000 personas en la República Argentina; creo que trasplantamos mas que en todo Latinoamérica, con una supervivencia del 90%.
E.A. ¿En qué consiste la fundación?
M.L. La fundación tiene tres patas: una es la asistencia al paciente, por ejemplo, el caso del hermano de Mirta Maldonado, que la obra social no le daba la medicación, nosotros le proveíamos la misma. La segunda pata es la educación, nosotros hacemos congresos, mínimo dos hasta diez por año de educación y perfeccionamiento de médicos trasplantólogos, siempre trayendo la mejor tecnología e innovación a la Argentina, es decir las personas que traen la innovación es a Tercer Milenio, entonces nosotros hacemos congresos con personas de todo el mundo que nos enseñen las últimas técnicas. Para que se den una idea, nosotros cuando venía ese órgano de Miami, Estados Unidos ya hacía un año que trasplantaba, nosotros lo hacíamos al año siguiente. Hoy estamos atrasadísimos, pero seguimos educando al día de la fecha, para que el estado se dé cuenta que estamos mal. La otra pata es la investigación, estamos asociados con el Conicet, justamente ayer ganamos un premio en los Estados Unidos por los órganos bioartificiales, porque estamos trabajando en órganos bioartificiales, esto significa (vulgarmente) que en un futuro se podrá ir a la farmacia y comprar un órgano bioartificial. Este órgano consiste en que te sacan una célula, y la cultivan en una célula de un cerdo, y de allí surge el término bioartifical. Lo que salió en un artículo de Oppenheimer en Infobae, nosotros hace trece años que lo practicamos. Es decir, estamos muy avanzados en todo lo que es tecnología pero no la podemos aplicar. En investigación nos está costando cada vez mas, estamos en un proyecto ahora, que explicaré tipo almacén para que se entienda: estamos descubriendo una célula para prever los rechazos de los órganos, sin tener que hacer biopsias, con esto haces dos cosas: seguis al paciente el primer año de trasplante, y le vas regulando la medicación, a veces se dispara la creatinina, o baja, a veces sucede por toxicidad, otras veces porque en un rechazo border line, que no sabes bien si es rechazo o no, eso ya no pasaría más. Lo sabríamos desde el primer momento, este estudio lo estamos haciendo juntamente con investigadores de Francia. Este proyecto trae aparejado que nosotros tenemos que tener 32 reactivos, como tiene Francia, nosotros solo pudimos comprar 4, cuestan 600 dólares cada uno.
E.A.: ¿Quién solventa todo esto?
M.L.: El estado no aporta un peso, nuestros aportes son solo privados desde hace 30 años, con el estado nunca llegamos a un buen entendimiento, siempre hubo problemas, nuestra fundación es extremadamente transparente. Sin burocracia, de hecho, en el mercado de trasplante, tenemos tres o cuatro trasplantados que aquí no los conoce nadie. Lo que sucede con el estado es que tuvimos malas experiencias, a veces nos pedían que teníamos que cobrar menos de lo que teníamos que firmar, es decir poca transparencia en los números. Eso no quiere decir que no trabajemos con el estado, por ejemplo la semana que viene el Dr. Casadei se entrevista con Kreplak ministro de salud de la Provincia, si el estado necesita asesoramiento allí estamos gratuitamente y sin problemas.
E.A: ¿Qué costo tiene para los trasplantados?
M.L.: Costo cero. El trasplante no se cobra.
E.A.: ¿Las obras sociales lo contemplan?
M.L.: Hay una ley que ordena que lo tienen que contemplar, el problema es la medicación hay que entregarla en tiempo y forma. Allí lo que la fundación hace es conseguir que los laboratorios entreguen las muestras para que todo eso se solucione. Ejemplo: una persona entra a diálisis, le dan un remis hasta el lugar, lo dializan, le dan la ditropoyetina, que es la sangre plástica que es muy cara, y lo vuelven a llevar a su casa. Si esa persona se trasplanta no lo llevan a ningún lado, queda libre no hay gasto de obra social. Lamentablemente la Argentina es grande, pero atiende solamente en Capital Federal, por eso tenemos un proyecto de hacer un instituto de estado provincial fuerte, no podemos tener un lugar donde se trasplanten 20 por año, necesitamos un instituto que trasplante 200 o 300 pacientes por año, para sacarlos de diálisis y con eso el estado tiene un ahorro de 33.000.000 de dólares. Nunca nos escucharon, el proyecto lo hicimos hace 30 años, a cada ministro vamos a ofrecerlo, las autoridades son muy receptivas, pero el estado está con muchos problemas en estos momentos, con la pandemia por delante, no creo que ahora pueda hacerse. Pero en conclusión el proyecto es autosustentable, con la misma plata que se gasta en diálisis se financia el trasplante. Esto significa que los pacientes trasplantados puedan trabajar, dejan de ser discapacitados, tienen un 50% más de vida, por eso creemos que la creación de un instituto provincial -dado que es allí donde hay más casos- podría barrer con un listado enorme que existe en la actualidad. Por la OMS la enfermedad renal está considerando como una pandemia. Hay que empezar a solucionar los problemas desde la temprana edad, por ejemplo, vos tenes cuatro chicos, los llevas a todos al pediatra, y si no se lo pedís jamás le toman la presión o le hicieron hacer pis en un tarrito, sin embargo eso está en el módulo que cobra el pediatra, es algo básico, porque te pueden detectar tempranamente una disfunción renal o presión de los chicos. Puede tener un problema que será genético o de pobreza y lo viene arrastrando de temprana edad. Si es detectado desde temprana edad, jamás va ir a diálisis, y jamás va a tener un trasplante, y el costo es cero para la seguridad social.
E.A.: ¿Qué lo movió a dedicarse a esta actividad?
M.L.: Mi primera mujer se enfermó y fue a diálisis por una mala praxis. A mi me dijeron: “no le hagas juicio a Osplad, que no lo vas a ganar, se cubren los médicos”, pero el Dr. Casadei me dijo: “los médicos se cubren, pero yo no, te salgo de testigo, si un médico actúa mal con negligencia tiene que pagar”. Hice el juicio y lo gané. Fue el primer juicio de mala praxis que se ganó en Argentina. A partir de allí ella se trasplantó dos veces, justamente el caso de ella no fue muy bueno, estuvo 27 años en diálisis, y por último falleció. Allí empecé con el Dr. Casadei, que me dijo “flaco si no hacemos una ONG esto no camina”. “Los médicos por una parte y los pacientes por otra no van”. Así arrancamos juntos con la fundación.
E.A.: ¿Que tiene que hacer una persona que necesita un trasplante?
M.L.: Hay dos tipos de trasplante. El mejor trasplante que funciona en el mundo hoy es el donante de familia a familia; o el trasplante cadavérico, para los dos en la Argentina tenés que estar en la lista de espera, y hacer todo un estudio de pre trasplante, que indican como están las coronarias, las arterias, bueno todo en general, eso se pone en un banco de datos, y va al Incucai, hasta que parezca una persona que sea compatible con vos. Si tenés un familiar compatible se puede hacer en menos de un año, entonces acortás un montón de tiempo que se pierde en diálisis. Hoy en la Argentina todavía tenemos el órgano sin colocar a la otra persona 24 hs. cuando lo mejor es tener el órgano al lado de la persona inmediatamente, quiere decir que no tiene isquemia, que no tiene muerte. Tal vez se solucionaría con los donantes cadavéricos si tuviéramos la máquina adecuada. Es una máquina donde la persona se muere, se pone el riñón, se lava con líquido, está andando artificialmente, entonces el riñón continúa vivo, no muere, y mientras tanto se prepara para al otro día, y con tranquilidad se realiza el trasplante. Esa máquina cuesta 10.000 dólares, pero lo que ahorrás no teniendo un equipo trasplantando a las dos de la mañana, que es otro precio, es terrible. Son todas cosas que necesitamos que se escuchen porque perdemos plata en la Argentina, y esto que estoy hablando significa el ahorro de muchísimo dinero. El país es muy grande y la mayoría debe venir a la Capital, nosotros por ejemplo abrimos el Centro de Trasplante Padilla en Tucumán, que está trabajando mucho, y lo maneja muy bien la persona que está ahora a cargo, pero no se puede hacer esto en las 22 provincias, hay que regionalizar la problemática, para eso nos conviene la maquina de percusión, eso hace que los órganos duren. En otro país los órganos que no sirven no se tiran, se reparan. En Francia tu riñón está funcionan mal, te lo sacan, lo reparan y lo reponen, acá lo tiramos, porque no estamos accediendo a la tecnología. Del lado humano y del dinero conviene hacerlo. Con un costo de 150.000 pesos la persona está de nuevo con su riñón funcionando bien, contra 20.000 dólares anuales de diálisis, mas todos los problemas de la diálisis que tenes que pagar aparte.
E.A.: En nuestro país, ¿la gente está concientizada para donar?
M.L.: Una persona que muere salva siete. Con los tejidos y los huesos salva a tres más. Es fundamental la donación hoy. Va a llegar el momento en que el órgano se va a encargar y ya no va a hacer falta donar. Eso está cerca. Pero al día de hoy es fundamental la donación. En la Argentina, tenemos un índice de donación bajísimo, de los mas bajos en el mundo. Solo toman conciencia con casos puntuales. Se muere una nenita y allí aparecen los donantes, pero al año nos olvidamos y ya no hay donantes. El Incucai hace mucho trabajo en esto.
M.L.: Muchas gracias por la entrevista.!!!