Entrevista a Nico Rizzo
Mantuvimos un interesante charla con Nico Rizzo, joven músico de nuestra ciudad y fanático de la permacultura. Piensa que en nuestra ciudad “..hay mucho talento pero mucho por hacer.”
E.A.: Se presenta.
N.R.: Nicolás Miguel Rizzo, nací en esta ciudad, tengo 29 años, soy músico, docente, toco instrumentos, doy clases de música de manera particular y también trabajé en escuelas secundarias. Mi formación es instrumentista profesional, músico profesional orientado especialmente al bajo eléctrico, y además doy clases de guitarra y estoy estudiando en Buenos Aires contrabajo, hace 4 meses. Escribo música y hago arreglos, de guitarra y bajo.
E.A.: ¿Cuándo se le despertó la pasión por la música?
N.R.: Creo que desde muy chico pero sin ser consciente. Me daba cuenta que todo lo que era artístico a mí me movilizaba de alguna forma. Empecé con los actos del colegio en ese momento, cuando había que bailar o cantar, siempre que había algo para hacer era el primero en levantar la mano. Después empecé a participar en las murgas, en los corsos de verano, ingresé en el coro de la iglesia, iba de una iglesia a la otra tocando el bombo, cantando. Hasta que llegaron los primeros estudios en guitarra, que fueron con Pino Lucero, cuando tenía 13 años. Como Pino era ambulanciero, me daba las clases en el Hospital. Cuando terminé la secundaria, ya estaba convencido de lo que quería hacer. En el período de la secundaria es donde más se incrementaron estas ganas de dedicarme a la música, ahí me lo planteé seriamente.
E.A.: ¿Forma parte de algún grupo?
N.R.: Siempre acompaño, por ahí me pasa que estoy tocando con varios grupos a la vez; son mayormente de folklore, algunos más del palo de la canción,…un poco de rock. Pero mayormente folklore.
E.A.: ¿Cómo une esa pasión que tiene con la música con la horticultura?
N.R.: Ese es otro de mis hobbies, el cual descubrí también de pequeño. Estamos haciendo una huerta con mis sobrinos, para poder abastecer a toda la familia, arrancamos en primavera y se va desarrollando muy bien. Es como un cable a tierra, es una necesidad que me sirve para conectarme, una especie de espacio de meditación.
E.A.: ¿Cree que en nuestra ciudad se encuentra incentivada medianamente la parte artística?
N.R.: No, hemos involucionado en los últimos diez años. No veo actividad, salvo desde el punto de vista del mismo chico que tiene ganas de acercarse a la música. Creo que en Capitán Sarmiento no hay un programa el cual trate de acercar a la juventud a lo artístico, no hay gestión. Creo que para incentivar a un chico, o por lo menos mi experiencia personal, lo que me determinó y llegar a ser músico, es ver a un artista arriba de un escenario. Los chicos de nuestra ciudad no tienen el acceso frecuente a escuchar música en vivo, a ver artistas de distintos géneros de música porque aquí no llegan. Es un problema de gestión municipal de Capitán Sarmiento, porque veo que en San Antonio de Areco, hay una movida muy importante,- más allá del turismo que en esa ciudad es un caso excepcional-, además hay una escuela de música y un montón de programas que hacen que esté desarrollado en ese aspecto. Nosotros no.
E.A.: ¿Se declara fan de la permacultura?
N.R.: Sí, me gusta todo lo que tiene que ver con eso. Estoy incursionando en este tema, la permacultura está poco desarrollada, habría que implementar la forma de divulgarla. Son saberes ancestrales, que se van perdiendo, y la manera de que eso quede vivo es transmitirlo. Por el momento, se hace de boca en boca, donde se convoca a 30 personas (N. de la Redacción: la permacultura es un sistema de diseño integral basado en varias ciencias que procura satisfacer las necesidades humanas sin destruir, contaminar o agotar los recursos naturales. Su nombre tiene dos significados: agricultura permanente (sustentable) y cultura permanente (sustentable).
Ahora estoy frecuentando el tema de la construcción, de la bioconstrucción. Estoy aprendiendo técnicas de construcción en adobe, en vez de ladrillo convencional. Como construían antes nuestros antepasados. Una manera muy sabia de construir, que no tiene que ver con la contaminación. Muy integral y orgánica, es duradera, porque los ranchos que aún siguen en pie tienen más de 120 años. La verdad es que acondicionándolos mínimamente están de vuelta en forma, reviven. Estoy aprendiendo en encuentros que se realizan en Parada Robles, estamos levantando una casa con gente que enseña esta técnica de trabajo, y la verdad es que me llama mucho la atención porque es una manera muy económica y ecológica para el medio ambiente.
Si hubiera una institución que se dedicara de esto, debería tener más repercusión, y hoy que es tan difícil tener acceso a una vivienda digna, que tener en cuenta estas alternativas, me parece que es increíble para una familia. Creo que es la salvación, hoy vemos como una utopía la cuestión de la vivienda y también el tema de la alimentación, hoy nos cuesta un montón de dinero un kilo de tomates, y estamos en un lugar que es la pampa húmeda, las mejores tierras del mundo, y en eso hay que replantearse muchas cosas del sistema, a ver cuánto nos dá y cuánto nos quita y verlo desde un lado más claro.
E.A.: ¿Se puede vivir de la música?
N.R.: Definitivamente, sí. Lo que pasa es que está como establecido en la sociedad que el músico actual es como los músicos de la era de los años 60 o 70, el cual no tenía una estructura que lo ayudara a poder vivir de la música. Hoy hay muchas carreras para ser profesionales, montones de posibilidades de trabajo, y hay que pensar que el ser músico también es un trabajo como los otros, el cual conlleva mucha dedicación, mucho esfuerzo y sacrificio. Te recompensa con un montón de cosas hermosas, como es recorrer el país a través de la música, conocer culturas y gente. Te demanda también días de no estar en casa, de estar lejos de la familia. Y hay cumpleaños o fiestas que no estás, y si me quiero juntar con mis amigos, tengo que hacerme el tiempo. S i uno se lo toma con el verdadero respeto que conlleva, indudablemente no creo que te vaya mal. Ahora si uno lo hace como un hobbie, y no puede pretender vivir de esto. Esto demanda dedicación full-time.
E.A.: ¿Cómo quisiera ver a nuestra ciudad dentro de cinco años?
N.R.: A cinco años me encantaría ver una Casa de la Cultura en donde broten chicos que vayan y vengan, que ese espacio esté vivo. La gente tiene ganas de verlo vivo. Quisiera ver un despliegue de hechos artísticos en el pueblo, bandas tocando en las plazas todos los fines de semana, ferias de artesanos, obras de teatros, tenemos un cine excepcional y casi sin uso. Si podríamos gestionar un poco mejor, quizás……hay mucho talento pero mucho por hacer.
Un verdadero revolucionario de la música y de la vida en sí un abrazo amigo . Hermosas palabras