DÍA DEL AMIGO
El Día del Amigo se celebrará el próximo sábado 20 de julio, como hace más de tres décadas. Esta popular fecha es un invento argentino, que encontró la inspiración en un ignoto odontólogo, músico y profesor de psicología, filosofía e historia de una manera muy especial.
El 20 de julio de 1969, hace 48 años, un hombre pisó la Luna por primera vez. Por esta razón, esta fecha quedó en la conciencia colectiva como un logro de todo el mundo. Ese día Enrique Ernesto Febbraro tuvo una idea repentina: conectarse con el resto del mundo a través del envío de cartas.
La nave Apolo 11 todavía estaba en órbita cuando decidió enviar 1.000 mensajes. Todos a diferentes personas de diversos países. La respuesta no tardó en llegar: 700 individuos le respondieron su misiva y, de esta forma, quedó instalada esta fecha.
«Viví el alunizaje del módulo como un gesto de amistad de la humanidad hacia el universo y al mismo tiempo me dije que un pueblo de amigos sería una nación imbatible. ¡Ya está, el 20 de julio es el día elegido!», les explicó a sus destinatarios.
La elección de este día específico no fue al azar: Febbraro, alto miembro de la masonería argentina, tenía una empatía muy grande con Edwin Aldrin, coronel de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, quien descendió de la nave espacial Apolo XI y se unió junto a su compañero Neil Armstrong en el aterrizaje del hombre en la Luna. Aldrin también era masón.
Febbraro murió el 4 de noviembre de 2008. En su última entrevista, dada al diario La Voz del Interior, aseguró que «la amistad es la virtud más sobresaliente porque es desinteresada de todas maneras». Además, agregó que la idea «fue una vieja ocurrencia de cuando era locutor en Radio Argentina con Juan Monti».
La palabra amistad proviene del latín amicĭtas, amicitātis, que se deriva de amicitĭa, que significa ‘amistad’. Esta, a su vez, viene de amīcus, que traduce ‘amigo’. Este último término, por su parte, procede del verbo amāre, que significa ‘amar’.
La amistad puede surgir entre hombres y mujeres, novios, esposos, familiares con cualquier clase de vínculo, personas de distintas edades, religiones, ideologías, culturas, extracción social, etc. Incluso, una amistad se puede establecer entre un ser humano y un animal (no por nada el perro es el mejor amigo del hombre).
Relaciones de amistad pueden nacer en los más diversos contextos y situaciones: el lugar donde vivimos, el sitio donde trabajamos, la escuela, la universidad, fiestas, reuniones, el café que frecuentamos, a través de otros amigos, redes sociales, etc.
Las amistades, no obstante, tienen diferentes grados de compenetración. Desde los amigos con quienes sentimos relaciones más lejanas, hasta aquellos con quienes el trato es tan estrecho que los consideramos “mejores amigos”, otorgándole a esa amistad un grado de superioridad sobre las otras amistades.
La amistad no solamente surge con quienes tenemos más afinidades en cuanto a gustos e intereses, o con quienes tenemos más parecido, sino que puede aparecer entre personas muy dispares.