No cabe dudas de que Ostoich no ha sabido administrar esta comuna después de largos años de gobierno. Las obras siguen inconclusas, se le quema la Planta Reciclado de Residuos, le hacen huelga porque no aumenta el sueldo de los empleados, las columnas de alumbrados del camino circunvalación están esperando que las habiliten, algunas que las pinten porque se están oxidando, otras que las entierren.

El lord mayor  se recibió con honores en la universidad del medio ambiente con el título de “depredador de plazas”. Primero destruyó la plaza San Carlos con la excusa de construir el monumento a la bandera bonaerense, después la Plaza San Martín, con la excusa de modernizarla. La rebajó a un conjunto de adoquines y lajas desparejas donde no pueden transitar los ancianos y los niños que son los principales usuarios de una plaza. Además dejó de cuidar los árboles, plantas y canteros con flores que eran el orgullo de los placeros anteriores, transformando el lugar en un nido de cotorras, oscuro y sin vida. Corriendo a las pocas personas que concurrían, quedando el territorio de la plaza por las noches a merced de individuos de dudosa calaña, practicando conductas reprobadas por la sociedad, provocando la queja masiva de los vecinos del lugar. Parece que Ostoich esta tratando de ubicar otro espacio verde en Capitán Sarmiento para destruirlo a la brevedad, antes de que termine su mandato o quizás en un momento de cordura el Honorable Concejo Deliberante se ponga firme y lo destituya por incapaz. Si usted conoce alguno amigo lector,  vaya y cuídelo, porque nosotros no conocemos ninguno, ya no quedan plazas en nuestra ciudad. ¿No es patético? Esto pasa en Capitán Sarmiento, cuando en el mundo hay una movida gigantesca para que existan mas espacios verdes, aquí se destruyen, vamos siempre a contramano, por alguna vez en la vida podremos ponernos a tono con la humanidad o debemos soportar que esta ciudad que dejamos a nuestros descendientes  sea un ejemplo de lo que NO debe ser.