Se multiplican las quejas de los vecinos con las motos que realizan explosiones con sus escapes. Desde el municipio no saben qué hacer. Los inspectores son esquivados por los conductores de esos bólidos atronadores, y nada pueden hacer porque perseguirlos no haría más que poner en peligro la vida de los propios motociclistas e inspectores, y de los ocasionales ciudadanos que circulan por las calles de la ciudad. Por supuesto que ideas debe haber muchas, pero aplicables pocas. Se nos ocurre que tal vez los inspectores munidos de aerosoles con pintura indeleble, como las que usan los policías en las manifestaciones, podrían rociar a los infractores para poder así individualizarlos, y perseguirlos hasta que se les pueda incautar las motos. Otra medida podría ser, controlar los lugares donde se instalan estos dispositivos, que generalmente son conocidos, y aplicarles una fuerte multa, con lo cual disuadimos a esos encargados de arreglar motos que no es un buen negocio seguir colocando esos cortes en los escapes. Por último recurrir al centro de monitoreo para que individualice a los motociclistas y siga su derrotero para saber donde viven o guardan su moto. Cámaras hay muchas.

La municipalidad de Trenque Lauquen cuando secuestró las motos les sacó los escapes antirreglamentarios y los pasó por encima con una topadora, para que no puedan utilizarse nuevamente, una buena medida no?