LA PASCUA
La Pascua es una de las celebraciones más importantes del cristianismo. Es cuando se festeja la resurrección de Jesús al tercer día después de haber sido crucificado. La fecha de esta fiesta quedó fijada para el primer domingo después de la luna llena tras el equinoccio de primavera en el hemisferio norte. Por lo tanto, ésta varía entre el 22 de marzo y el 25 de abril cada año. Ahora bien, el origen de la Pascua es anterior a Cristo. El término español “pascua” proviene del latín páscae, que a su vez proviene del griego clásico πάσχα (pasja), una adaptación del hebreo פסח (pésaj), que significa ‘paso’ o ‘salto’.
¿Qué significa para los judíos?
En el pueblo judío anterior al nacimiento de Cristo, la pascua era una fiesta de pastores en la que se mataba un cordero para pedir la fecundidad. Después, se empezó a celebrar la liberación del pueblo judío de la esclavitud de Egipto. En la pascua los judíos celebraban -y celebran en la actualidad- el “paso” (la Pascua) del Mar Rojo del pueblo hebreo hacia la liberación de la esclavitud.
¿Y para los cristianos?
Lo cristianos celebran el “paso” de Jesús de la muerte a la vida. Se trata de la celebración de la resurrección de Jesús. Así pues, el verdadero origen de la Pascua se remonta al año 1513 antes de Cristo, cuando el pueblo judío emprendió su éxodo desde Egipto hacia la Tierra Prometida. Se celebraba cada año, como recordatorio de la liberación del pueblo hebreo.
El registro bíblico dice que la noche anterior a su muerte, Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la Pascua judía. A continuación, instituyó lo que se conoce como la “Cena del Señor”, y dijo a sus apóstoles: “Sigan haciendo esto, en memoria de mi” (Lucas 22:19). La Cena del Señor debía celebrarse una vez al año; con ella se conmemoraba la muerte de Cristo.
¿Y los huevos y el conejo?
Históricamente los orígenes de la Pascua (en inglés “Easter“) se remontan a la fiesta primaveral en honor a la diosa teutónica de la luz y la primavera, conocida como “Easter”. (The Westminster Dictionary of the Bible). La primavera era una época sagrada para los adoradores fenicios del sexo. Los símbolos de la diosa de la fertilidad; “Astarté” o “Istar” eran el huevo y la liebre.
Fue así como poco a poco, la tradición fusiona el significado cristiano con ceremonias paganas. Aquellos rituales, imposibles de desarraigar, eran reasimilados bajo nuevas formas. El júbilo por el nacimiento del sol y por el despertar de la naturaleza, se convirtió en el regocijo por el nacimiento del sol de la justicia y por la resurrección de Cristo.