NUESTRA AUTONOMÍA

NUESTRA AUTONOMÍA

Cuando el 29 de junio de 1961 se aprobó la ley provincial 6485 se hizo realidad un sueño perseguido durante más de medio siglo por todo un pueblo: Capitán Sarmiento fue reconocido como municipio autónomo.

Desde que el pueblo se empezó a gestar por allá en el 11 de junio de 1884, el hecho de independizarse de Bartolomé Mitre giraba en la cabeza de los habitantes de esas manzanas que rodeaban a la Estación del Ferrocarril. Primero buscaron un nombre para tener personalidad, y lo mejor que encontraron fue Capitán Sarmiento. A partir de esos primeros años la movilización fue total. Los primeros pasos fueron en 1905 pero también en 1919 y continuando con la misma temática, hubo otra tentativa de autonomización de lo que sería Capitán Sarmiento solicitada por Juan Mármol. No tuvo éxito y se quedó frío.

En 1927 se vuelve a plantear la autonomía del futuro Partido de Capitán Sarmiento; los que repiten la presentación ante la Legislatura bonaerense son los señores Carlos Delformo y Santiago Garayo, pero con el mismo resultado negativo.

Nuevamente en 1934 se insistiría sobre la creación del Partido de Capitán Sarmiento. En esta oportunidad el presentante del proyecto sería el señor Fernández Guerrico, corriendo la misma suerte de los anteriores.

En 1948 el diputado provincial, doctor Antonio Montes, sería el autor de otro proyecto de secesión de lo que sería el Partido de Capitán Sarmiento. Igual que los anteriores, durmió el sueño de los justos en las Comisiones de las Cámaras provincianas, las que cuando querían que algo no saliera simplemente dejaban que pasaran dos años y lo hacían «caer». Aquí el principal obstáculo que se presentaba era la presión por la presentación de constantes informes en contrario, que a guisa de defensa hacían los de Bartolomé Mitre (Arrecifes) en procura de mantener las tierras en su Comuna. La fundamentación era la disminución territorial de cinco de sus «cuarteles» sobre un total de diecisiete que sustentaban los arrecifeños, por lo cual se sentían perjudicados.

Las aspiraciones frustradas de los vecinos de la potencial Comuna de Capitán Sarmiento, se vieron justamente optimizadas el 19 de junio de 1961 mediante el dictado de la Ley 6485/61 por la que se solicitaba la creación, definitiva, del Partido de Capitán Sarmiento, sobre la base de la sustracción de los cuarteles 11, 12, 13 y 14 y, parcialmente, los números 15 y 16 de la Comuna de Bartolomé Mitre (Arrecifes).

El gobernador de la provincia de Buenos Aires aún era el doctor Oscar Alende.

La denominación del nuevo Municipio, así como el de la ciudad cabecera del mismo, recordaba a Domingo Fidel Castro, hijo de Benita Martínez Pastoriza, quien, al contraer enlace en segundas nupcias con Domingo Faustino Sarmiento, adjudicó al hijo de Benita con el infortunado Castro el apellido del maestro sanjuanino. ¡Basta de palabrerío!, para nosotros siempre fue y será «Dominguito» Sarmiento, aquel que había muerto en la batalla de Curupaytí, durante la absurda Guerra contra el Paraguay.

El 29 de junio sería sancionada la Ley mediante la cual se creaba el Partido de Capitán Sarmiento, la que el Poder Ejecutivo provincial promulgó con fecha 10 de julio de 1961. El mismo instrumento jurídico declaraba a Capitán Sarmiento «ciudad» y también se la nombraba cabecera del nuevo Distrito.

Además de la ciudad cabecera, es de destacar que se han concentrado pequeños núcleos poblacionales alrededor de la Estación «La Luisa».

Así brevemente fue nuestra historia, pero esta labor no termina aquí, ahora más que nunca hay que seguir luchando para que nuestro partido consiga independencia económica. ¿En qué consiste? En lograr que la provincia nos reenvíe los recursos económicos que este distrito genera. Es que creemos que lo que Capitán Sarmiento aporta a las arcas provinciales es mucho más de lo que en definitiva recibe. Con más recursos, el municipio podría otorgar mejor nivel de vida para los habitantes del distrito. Por eso más que nunca hay que proclamar la segunda autonomía del Pueblo, y bregar como nuestros antepasados día tras día, año tras año.