PELIGRO: FOTO EN FACE
Las redes sociales son servicios webs en los que se ofrece a sus usuarios un espacio virtual en el que compartir información (personal o profesional, incluyendo fotografías, vídeos, artículos, etc.) con una red de contactos o con toda Internet, constituyéndose una auténtica tela de araña en la que todos los usuarios están interconectados.
La red de más aceptación, es sin lugar a dudas, Facebook. Fue creada por Mark Zuckerberg mientras estudiaba en la universidad de Harvard. Su objetivo era diseñar un espacio en el que los alumnos de dicha universidad pudieran intercambiar una comunicación fluida y compartir contenido de forma sencilla a través de Internet. Fue tan innovador su proyecto que con el tiempo se extendió hasta estar disponible para cualquier usuario de la red. Tiene un sinfín de cosas a favor, cada usuario le encontrará un uso para su beneficio, pero convengamos que también tiene un montón de cosas en contra. Quizás lo más grave sea lo referente a la privacidad, por lo que se encuentra desde hace un tiempo en un debate tenso sobre este tema y acerca de cómo se usan los datos personales. Está claro que descubrimos cada vez nuevas fronteras de la privacidad que se pueden extender y a la misma velocidad se ven vulneradas, a veces asusta más de lo que divierte.
Se organizan marchas, se vive un romance, se destrozan parejas, se construye, se divulga. Se injuria, se perdona. Se vive a través de las fotos, se envidia, se cela, se apoya, se enamora. Se puede seguir el trayecto de una persona durante todo el día. Que comió, dónde estuvo, que festejó. Hay denuncias interminables de parejas que traen como prueba las imágenes de face. Como diría Francella en el inolvidable personaje de Pablo Sandoval en el hermosísimo film de Juan José Campanella, “El Secreto de sus ojos”, “Benjamín, las fotos hablannnn…”
Es así, que días pasados, en nuestra ciudad, sucedió un acontecimiento que nos llena de dudas. Según dichos de familiares y de un sitio web de nuestra ciudad, una persona fue inculpada de un delito por una foto en el face en la que aparecía con otra persona sospechosa de delito. Nos preguntamos: ¿Tan poderoso es el alcance de una fotografía? ¿Puede la justicia inculpar a un ciudadano por una foto? Si es así, estamos muy mal. Por eso, necesitamos creer que no fue así. De vez en cuando es mejor, y frente a la duda, lo mejor es llamarse a silencio, antes de confundir, calumniar, y hacer creer a los ciudadanos comunes, que pecan de incrédulos, cosas que no son. Por aquello de que: “no aclarés que oscurece”.