VECINOS IMPULSAN ASOCIACIÓN CIVIL PARA PREVENIR PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

VECINOS IMPULSAN ASOCIACIÓN CIVIL PARA PREVENIR PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Transcribimos una nota de Días de Areco, y creemos que en nuestra ciudad sería interesante poner en práctica sus consejos.

En una nueva conversación con Días de Areco, el médico psiquiatra Luis Giménez habló sobre la crueldad y el desamparo, dos conceptos centrales en la Argentina actual para describir un escenario político, económico y social que se plantea como muy complejo.

Durante la entrevista, Giménez (que es especialista en salud pública con una larga experiencia) señaló que ante esta crisis es necesario constituir lazos solidarios y que por tal motivo, junto a un grupo de vecinos, está trabajando en la organización de una asociación civil de carácter preventivo pero no asistencial para atender problemas de salud mental.

¿Hay una relación directa entre crueldad y desamparo?

“Quiero conversar sobre el tema de la crueldad porque estamos viendo a través del paso de los años que cada vez hay más crueldad sobre todo en un determinado sector social. A la par de esto, existe una gran mayoría que cada vez está más desamparada. El desamparo puede ser un estado subjetivo, psíquico pero también puede ser un estado existencial y social que por diferentes razones se está profundizando desde hace mucho tiempo. En estos días estamos viendo como esa crueldad está instrumentalizada y parece como una especie de revancha, de goce o de obtención de algún tipo de placer de parte de aquellos que son crueles porque se dan cuenta de lo que la gente está sufriendo. No me refiero al sufrimiento como una palabra sino que es algo muy material, que está enfermando a la gente y que va a matar más gente”.

¿Qué efectos concretos tiene esta crueldad sobre la sociedad?

“La crueldad está rompiendo cuerpos porque la verdad es que los cuerpos se están rompiendo, están explotando. Hace poco hablamos de los factores de riesgo, de cómo cada vez hay más infartos por un problema de mayor estrés. El estrés desacomoda, perjudica diferentes sistemas del organismo biológico y cuando una población está recibiendo tremendos ataques e injurias sobre su cuerpo, eso cuerpos van a ir muriendo. Digo muriendo concretamente. Recuerdo como ejemplo en la gran crisis de 2001 el tremendo esfuerzo que hacían las madres para darle de comer a sus hijos. Esas eran madres que iban adelgazando hasta quedar muy flacas porque la poca comida que tenían era para sus hijos. Esto ya está pasando y se ve en los comedores populares. Estos son temas concretos, de los que tenemos que hablar para entender lo que ya están pasando”.

¿Cómo definiría un comportamiento dominado por la crueldad?

“Por un lado estamos viendo como hay una mayor crueldad y por lo tanto hay cada vez más desamparo en muchos sectores sociales. Esto hay que pensarlo para entenderlo. ¿Cómo entender el tema de la crueldad? Desde la salud mental la crueldad se presenta en determinados cuadros como son las psicopatías. El psicópata no tiene sentimientos, no puede sentir, no puede tener empatía con los demás. Pero además el psicópata goza con el sufrimiento de los demás y es por eso que busca la manera de hacer daño. También hay otro componente que es que psicópata no siente culpa. Sentir culpa es un elemento funcional normal de nuestra estructura psíquica cuando uno hace algo que está mal, pero el psicópata no siente esa culpa. ¿No vemos estas características en muchos de los personajes que hoy están tomando medidas políticas y económicas que ya están produciendo mucho daño sin sentir culpa y hasta trasmitiendo cierto placer con esto porque están dominados por la codicia? Estoy tratando de hacer un diagnóstico lo más crudo posible porque acá se está jugando el destino de una inmensa mayoría de gente común, de buena gente, que está sufriendo un gran daño porque no van a poder acceder a los alimentos ni a los medicamentos. Es un panorama triste”.

¿Ve un panorama poco alentador de cara el futuro?

“Es muy difícil acomodarse a esta situación casi inédita en Argentina porque las medidas de ajuste se dan sobre una realidad de pobreza que antes no había. Esos pobres no van a tener salida y van a aumentar las patologías psiquiátricas, los trastornos de salud mental como también las enfermedades corporales y biológicas. El panorama es pesimista pero debemos intentar hacer algo sobre un concepto que ya está olvidado que es la solidaridad. Hay muchos sectores sociales que pueden sobrevivir en base a la solidaridad, a juntarse para ayudarse. Acá juega un papel fundamental la mujer porque tiene una capacidad de reacción mayor porque se siente la responsable de sus hijos y es la que se organiza de otra manera”.

¿De qué manera se pueden construir lazos solidarios para enfrentar a estos comportamientos crueles y dominantes que reinan en estos momentos?

“Una de las maneras de generar conductas solidarias es encontrarse, juntarse, conversar, dialogar. En ese sentido, estamos empezando a reunirnos con algunos vecinos de San Antonio de Areco para constituir una asociación civil porque los tiempos que vienen van a ser muy difíciles. El fin de esta asociación es desarrollar pequeños programas y dispositivos de prevención de la salud mental. Remarco que el fin es preventivo y no asistencial con una organización diagramada en cuatro áreas: salud mental, arte y cultura, educación y sociedad, es decir los propios vecinos. Es un pequeño aporte porque pienso que en general la gente es solidaria, es sensible pero está muy golpeada, en un estado de desamparo, por eso tenemos que buscar la manera de estimular el encuentro para buscarle alguna vuelta a las cosas porque eso es algo que ya empieza a ser terapéutico”.