CONFUSION
Llevó un bebé erizo al veterinario y se dieron cuenta que era algo muy distinto a un animal
Una mujer de Gales amante de los animales encontró un supuesto bebé erizo al lado de una carretera, por lo que decidió llevarlo a casa para cuidarlo. Después de varias horas, la mujer pudo observar que apenas se movía y no comía, por lo que podría estar enfermo.
Tras vigilarlo toda la noche, la cuidadora decidió llevarlo a un centro de recuperación animal, donde dejó claro que el erizo no consumía la comida para gatos que tenía. El veterinario fue el encargado de darle la noticia: se trataba de un pompón de un gorrito de lana.
Janet Kotze, veterinaria de turno en el centro de fauna salvaje Lower Moss Wood Nature, afirma que a sus 57 años nunca ha vivido nada igual: «Era una señora de unos sesenta o setenta años, bien hablada y con buenas intenciones», señala la doctora al periódico The Independent.
«No lo tocó en absoluto: lo metió en una caja con comida para gatos y lo dejó en un lugar cálido y oscuro. Lo hizo todo muy bien. Apenas lo estuvo mirando porque no quería estresarlo» afirma la veterinaria, que acabó saliendo de la habitación para comunicarle su descubrimiento: «Lamento que solo sea una bolita de lana».