LO LEI EN EL FACE

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El Hombre de Vitruvio: significado y secretos del hombre perfecto

El Hombre de Vitruvio fue el intento de Leonardo da Vinci por crear al hombre perfecto. Para lograrlo aplicó todos sus conocimientos científicos en busca de un equilibrio que todavía hoy se discute. El Hombre de Vitruvio es un dibujo a pluma y tinta, en papel, de un tamaño no mucho más grande que un folio (34,4 x 25,5 centímetros), que Leonardo da Vinci dibujó alrededor de 1490, en uno de sus diarios. Debe su nombre a Marco Vitruvio, un arquitecto romano del siglo I antes de Cristo, que trabajó para Julio César. Fijó unas proporciones matemáticas para definir al hombre perfecto. Leonardo da Vinci aplicó estas fórmulas (retocadas por él) para dibujar su famoso Canon de las Proporciones Humanas en uno de sus diarios.

Da Vinci usaba la escritura especular, junto a otros trucos como escribir con siglas y palabras abreviadas, para dificultar la lectura de sus textos privados. Solo cuando quería que fuesen leídos por todo el mundo, escribía de forma estándar. Marco Vitruvio aplicó sus conocimientos de arquitectura para intentar definir el hombre perfecto a través de la simetría. Así, por ejemplo, algunas de las proporciones que dejó escritas, fueron:

El rostro, desde la barbilla hasta la parte más alta de la frente, mide una décima parte de la altura total.

La cabeza, desde la barbilla hasta su coronilla, mide la octava parte de todo el cuerpo.

Desde el esternón hasta las raíces del pelo equivale a una sexta parte de todo el cuerpo.

Desde la parte media del pecho hasta la coronilla, una cuarta parte de todo el cuerpo.

La frente mide igualmente otra tercera parte del rostro.

El pie equivale a un sexto de la altura del cuerpo.

Leonardo Da Vinci, 1.400 años después, actualizó las proporciones de Vitruvio:

Corrigió algunas medidas y extrajo otras reglas:

Cuatro dedos hacen una palma.

Cuatro palmas hacen un pie.

Seis palmas hacen un codo.

Veinticuatro palmas hacen a un hombre.

Si separas las piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero.

Desde el centro del pecho hasta la punta de los dedos, será igual a la longitud de toda la pierna.

El Hombre de Vetruvio ha sido considerado durante siglos un canon de las proporciones humanas, y se ha usado como referencia en multitud de estudios, y como modelo de perfección en oficios y obras de arte. Y en efecto, arquitectónicamente lo es. Son proporciones perfectamente simétricas, tal como demuestra que el hombre encaje en el cuadrado y el círculo del dibujo, y que, pese a que cambia la posición de brazos y piernas, el ombligo permanece en el mismo sitio.